La consejera de Salud, Gotzone Sagardui, ha afirmado que es "evidente" que si se pudo consumar el robo durante unas horas de un bebé en el hospital de Basurto la semana pasada es que se dieron "circunstancias para ello" pero ha añadido que hay que esperar a las conclusiones del grupo que analiza lo sucedido para fijar medidas que se puedan incorporar a los protocolos.

Sagardui ha sido interpelada en el pleno de control del Parlamento Vasco por la única parlamentaria de Vox, Amaia Martínez, sobre este hecho y la responsabilidad del Departamento de Salud y de la dirección de Osakidetza en él.

La consejera ha explicado que tras el suceso, que acabó con final feliz, se han reunido el Equipo Corporativo de Seguridad del Paciente de Osakidetza y también el grupo de referentes de seguridad de Gestación, Parto y Puerperio creado en 2014 para analizar lo sucedido y que todavía no han "elevado sus conclusiones definitivas".

"Pero es evidente que si llegó a consumarse el rapto del bebé es que se dieron las circunstancias para ello y, además de identificar esas circunstancias, lo importante es ver qué medias se pueden incorporar a los protocolos para conciliar la seguridad del paciente con la cercanía y el calor humano que la atención sanitaria requiere", ha afirmado la consejera.

También ha dicho que se están analizando las tres "circunstancias" que en su opinión hicieron posible que una mujer se hiciera pasar por personal sanitario, entrara en varias habitaciones de la planta de Maternidad del Hospital de Basurto y robara a un bebé, que fue recuperado horas después.

Así ha citado la "validez" o el "adecuado cumplimiento del protocolo No me dejéis solo'" que establece que el recién nacido debe estar siempre acompañado por un progenitor; la identificación de las personas que trabajan en el entorno hospitalario y cuya suplantación se produjo para el robo del bebé; y la accesibilidad a los centros hospitalarios.

"La conjunción de estos tres elementos" han sido los que han posibilitado ese robo, ha afirmado Sagardui.

"La identificación de los problemas parece un ejercicio sencillo, pero la búsqueda de una alternativa no lo es lo tanto", ha recalcado la consejera, quien ha subrayado que la seguridad del paciente no se puede basar en un mero control de acceso, sino que se tiene que adaptar a un adecuado tratamiento y al trato humano.

"Y el cierre a cal y canto de los hospitales va en contra de esos principios", ha concluido.

Martínez ha insistido en su intervención en que es "obvio" que algo falla en los protocolos de Osakidetza, porque a los progenitores del bebé nadie les había informado de que las pruebas al recién nacido se tenían que hacer a pie de cama y que si no era posible eso siempre debía estar con él uno de ellos.

También ha dicho que "brillaron por su ausencia" las medidas de seguridad ya que una mujer pululó durante horas por la planta sin que nadie preguntara nada.

"Ahora piden más tiempo para revisar" lo que pasó, pero "esa prórroga no puede traducirse en inacción" y tampoco puede dejarse toda la responsabilidad en manos de los progenitores. "Es tiempo de respuestas y de depurar responsabilidades", ha afirmado Martínez.