Cómo adelgazar en tres cómodos pasos, baje peso comiendo de todo..., las personas entradas en carnes asisten a un bombardeo continuado que persigue cambiar sus cuerpos. En la sociedad del postureo, los instagramers e influencers, domina el estereotipo de que las personas obesas no resultan atractivas, de que no tienen una vida sexual activa, o no tienen éxito en el plano personal o laboral. Son solo algunas de las leyendas urbanas que circulan sobre los kilos de más. 

El problema se agudiza en verano donde los cuerpos son más visibles, hasta el punto de que en julio, el Ministerio de Igualdad intentó lanzar una campaña contra la gordofobia -es decir los actos de discriminación que se ejercen contra estas personas-, aunque fallara en el intento al plagiar la imagen de las modelos. La idea era buena; reivindicar que todos los cuerpos son válidos, incluso los que tienen mucha grasa. 

“La intención era plasmar que la belleza se expresa de múltiples formas y todas nos merecemos poder estar en la playa. Porque a las que siempre hemos tenido miedo de enseñar nuestro físico porque tenemos el culo grande o mucha barriga, se nos dice que ese no es el cuerpo correcto”, explica Amaia, una modelo 'curvy' que ha hecho de su gordura su medio de vida.

"En las películas, si hay un personaje gordo, suele encarnar el prototipo del malo o del payaso"

Amalia Gordóvil - Psicóloga familiar

Para Chema Díaz, psicólogo y dietista, la gordofobia, se aplica a las personas que no entran en los estándares sociales corporales, y ancla sus raíces en la idea de que “solo estando delgado puedes tener éxito”. 

Pero el fenómeno va aún más allá y la profesora de Psicología y Ciencias de la Educación de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), Amalia Gordóvil, alerta de las microgordofobias, es decir, los prejuicios “sutiles” contra los kilos extras. Asociar sobrepeso u obesidad al fracaso personal o al bajo rendimiento laboral son algunas de las falsas ideas preconcebidas más extendidas.

Frente a estas críticas, el popular streamer, Ibai Llanos, se lo toma a cachondeo y quita hierro al asunto. “Me aburrís con tanta gordofobia. Que si no tenemos cuerpos normativos la gente nos juzga, que si vas a la playa y no te quitas la camiseta, pero ¿tú te crees que en la playa, habiendo pedazo de cuerpos, se van a fijar en tu lorza? Que no. Que tienes el ego muy grande y no te mira nadie”, señala divertido.

No son mitos

Pero los expertos en la materia lo tienen claro. “En la sociedad occidental, una persona obesa no se corresponde con un modelo estándar de rendimiento”, explica Ferran Giménez, sociólogo. 

Y así surgen un montón de estereotipos y falsos mitos como que todos los que tienen sobrepeso se alimentan mal o tienen malos hábitos de salud, o están así porque quieren y no tienen fuerza de voluntad. No hay que olvidar que la propia palabra gordo o gorda tiene un tinte peyorativo: no es una característica, sino un insulto. En los hombres, ser gordo se asocia a ser gracioso; en las mujeres, está asociado a ser mala.

“Los menores, que son un reflejo de lo que les rodea, juegan con muñecas hiperdelgadas porque no existen muñecas con sobrepeso; y en las películas, si hay un personaje gordo, encarna prototipos de malo o de payaso, lo que les hace asumir que ser gordo es una condición reprobable”, precisa Amalia Gordóvil.

“No haces lo necesario”

Se trata de una discriminación cimentada sobre prejuicios respecto a los hábitos de las personas gordas, que se nutren de la creencia de que la gordura responde a una falta de voluntad o de autocuidado, motivo por el cual merece castigo o rechazo. “Las personas con una composición corporal normal, entre comillas, encasillan a estas otras, las juzgan y señalan, y muchas veces la persona que critica está comiendo igual o más que el obeso al que mira mal”, agrega Nicolás Zúñiga, licenciado en Educación Física.

"En esta sociedad, una persona obesa no se corresponde con un modelo de rendimiento"

Ferrán Giménez - Sociólogo

En una sociedad que promueve un culto irracional a ciertos físicos estilizados que son considerados sexy, el verano ayuda a caer en la gordofobia ya que es una época que está especialmente ajustada a unos cánones de belleza muy estereotipados.

El dardo envenenado puede venir en un comentario en apariencia sutil sobre esos kilos de más. “En primer lugar, encontramos los insultos, el acoso, o la dificultad para relacionarse”. “En las redes sociales es común ver a gente afirmando que una mujer con kilos de más en bikini dentro de una campaña publicitaria fomenta la obesidad. Si aparece una pareja en la que un miembro tiene un cuerpo normativo y el otro tiene sobrepeso, los comentarios se dirigen hacia las habilidades ocultas o la arrolladora personalidad de quien no cumple los estándares de belleza. Aunque empieza a haber movimientos de concienciación social, aún vivimos en una sociedad en la que parece que la única manera de encajar socialmente es teniendo un cuerpo normativo”, resalta Amalia Gordóvil.

Todo ello por no ajustarse a los patrones establecidos. “Los gimnasios, la ropa o los superalimentos forman parte de una gran parafernalia dirigida a que seamos sujetos de consumo. La presión estética es enorme y quienes no responden a este modelo son inmediatamente señalados”, añade Ferrán Giménez. 

La brecha se produce sobre todo en la adolescencia. Por una parte, los chavales con sobrepeso “se sienten cuestionados”, comenta Giménez. “Por otra, la necesidad de pertenencia al grupo, sumada a la continua exposición en redes sociales, hace que la gordofobia lo impregne todo y las consecuencias puedan ir desde apartarse de esos jóvenes hasta hacerles la vida imposible en WhatsApp o Instagram”. 

Gorditos pero... ¿felices? El sobrepeso afecta a cuerpo y mente



Con el triple de rollizos que hace cuarenta años, la obesidad es la enfermedad metabólica más frecuente en el siglo XXI y punto de partida de patologías como la hipertensión arterial, la diabetes, o enfermedades coronarias. Por eso, se ha convertido en uno de los problemas de salud pública más importantes a nivel mundial. 


La cara oculta son, sin embargo, los trastornos psicológicos que ocasiona ya que el exceso de grasa tiene un impacto significativo en la salud mental de los que lo sufren y pueden desarrollar ansiedad “que puede desembocar en un trastorno depresivo y en un trastorno alimentario, entre otras patologías psiquiátricas”. “No somos conscientes del sufrimiento que todos estos prejuicios pueden ocasionarles”, afirma Amalia Gordóvil.  


Para Isabel Rojas-Estapé, psicóloga clínica, “es una de las enfermedades que más problemas psicológicos genera. Y afecta a tres necesidades básicas; la primera es la valía, pues la persona no se ve capacitada para hacer cosas que querría hacer. La segunda necesidad que se ve afectada es la de seguridad pues la persona no se siente segura con su cuerpo poniendo en riesgo su salud. Y por último. el hecho de ser queridos. Vivimos en un mundo en donde el físico adquiere una importancia tal que, en muchas ocasiones, las personas con más kilos no se sienten dignos de ser queridos y de recibir cariño. No debemos olvidar que sentirse cómodo con uno mismo ayuda a desenvolverse mejor, ser más activo y todo ello nos lleva a tener mejor autoestima”, incide.


Concretamente, el 73% de encuestados considera que el hecho de sentirse satisfechos con su peso actual es vital para su salud mental. Entre los problemas psicosociales que se relacionan con el sobrepeso destacan factores como la depresión, la inseguridad o la baja autoestima (84%); dificultades para conciliar el sueño (76%); el empeoramiento de la vida sexual (76%); el aislamiento social (75%); o los problemas para obtener empleo (76%).