-En el Estado los MIR (Médico Interno Residente) lo tienen más difícil que en la mayoría de los países del entorno. Unos sueldos casi mileuristas (1.100-1.400 euros) les convierte en mano de obra barata pese a que el covid los ha situado en primera línea en los momentos más álgidos de la crisis sanitaria.

Lo cuenta a Efe el vicepresidente de la Asociación MIR España, Alex Mayer, plataforma que ha emprendido una ronda de reuniones con el Ministerio de Sanidad, sindicatos, partidos políticos y grupos parlamentarios para visibilizar la situación de miles de médicos MIR que en estos dos años de pandemia han visto relegada su formación para sacar adelante tarea asistencial con los agujeros que eso supone para el futuro en el desarrollo de su especialidad.

Según el vicepresidente de la Asociación, las reuniones con Sanidad para regular las condiciones de trabajo no avanzan al ritmo que les gustaría con medidas concretas a corto o medio plazo y, aunque ahora estén en fase de conversaciones, si los temas no prosperan no descartan medidas de presión como la huelga.

Quien sí ha tomado iniciativa es el PdeCat, que ha registrado una Proposición no de Ley en el Congreso por la que se insta al Gobierno a llevar a cabo mejoras retributivas en el colectivo de médicos residentes. Considera “inaceptable” la precariedad laboral de los futuros médicos especialistas “con sueldos de poco más de 1.000 euros brutos al mes” y una pérdida progresiva de poder adquisitivo, ya que “en 2007 su sueldo era el doble del salario mínimo interprofesional y ahora apenas está un 26% por encima”.

Desde la Asociación MIR España, su vicepresidente insiste en que sus contratos deberían ser formativos, pero, con unas plantillas tensionadas, el trabajo pasa a ser asistencial para “sacar adelante la tarea”.

Y esto se agravó con el covid. En los momentos más álgidos de la pandemia, los MIR, la parte más joven de la plantilla y con una formación más transversal, fue muy útil en las urgencias pero tras dos años de crisis sanitaria, este colectivo teme que esta merma en la formación repercuta de forma negativa en su futuro. Todo esto aliñado con unas guardias obligatorias para la mayoría de los itinerarios, que van de las 15.00 horas hasta las 8.00 del día siguiente en jornada ordinaria y de 24 horas en fines de semana y festivos.

Según un informe del Centro de Estudios del Sindicato Médico de Granada sobre los MIR en 2021, las guardias suponían una expectativa pero con el transcurrir de los años se han convertido en un “trabajo a destajo” en el que no se respetan los descansos y conlleva una importante carga física y mental.