Euskadi fue pionera en empezar a vacunar a los menores entre 12 y 15 años, pero todavía le quedan por abordar más de 205.000 menores de hasta 11 años, los únicos no incluidos en los programas de vacunación. Un colectivo que ahora permanece en el limbo porque no hay ningún antídoto autorizado para ellos, aunque haya varios ensayos clínicos en marcha.Con la campaña de vacunación culminando su última fase, la salida de la pandemia entra ahora en una nueva encrucijada, abordar la inmunización de los más pequeños de la casa. La variante delta, más contagiosa y agresiva -presente ya en el 90% de los casos positivos en Euskadi- invita a no bajar la guardia y a proteger también a los pequeños. Según la estadística del Eustat, en Euskadi, casi un 10% de la población vasca, más de 205.000 bebés y críos entre 0 y 11 años, quedaría pendiente de recibir una vacuna porque todavía no hay una solución pediátrica para ellos.

Los niños se han librado en gran medida de lo peor del covid-19 (las hospitalizaciones y las muertes son muy excepcionales), pero los casos han aumentado y, sin un antídoto, siguen siendo vulnerables y un foco de contagio. Un dato para ilustrar el dilema; el jueves entre los menores de 0 a 9 años se detectaron 41 casos en Euskadi. El miércoles en esa edad se registraron 39 nuevos casos, y las cifras se están repitiendo día a día.

De hecho, casi un millón de niños y adolescentes se han infectado en España del Sars-CoV-2, un virus que, aunque este verano les ha afectado especialmente, les sigue tratando de forma más benévola que a los adultos porque menos del 1% ha sido hospitalizado y un 0,05 % ha acabado en la UCI. En este año y medio de crisis sanitaria, en Euskadi solo ha muerto un menor de 9 años. Y Osakidetza advirtió de que padecía graves patologías previas.

Vacuna sí, vacuna no

La comunidad científica lleva meses debatiéndose entre vacunar o no a los niños pequeños. Mientras muchos defienden su idoneidad y argumentan, por ejemplo que los datos de Estados Unidos, con récords de niños hospitalizados, pueden servir de anticipo de lo que está por venir. Otros, sin embargo, sostienen que los casos de contagios graves entre los peques son estadísticamente irrelevantes.

Todo ello constatando que aún no se ha aprobado un inyectable para este grupo de edad, tal y como recuerda el coordinador del comité asesor de vacunas de la Asociación Española de Pediatría, Francisco Álvarez.

Pero muchos coinciden en que la vacunación de este grupo es segura y necesaria tanto para la protección de niños y adolescentes como para la lucha global contra la pandemia. Y nueve de cada diez médicos españoles se muestran a favor en niños de 6 a 11 años, si bien el apoyo entre los facultativos baja más de veinte puntos cuando se trata de inmunizar a la franja de edad que va de 2 a 5 años y es aplastantemente más pequeño si hablamos de bebés menores de un año.

"En los niños, las vacunas, además de eficaces, son muy seguras", recalca el experto en Medicina Preventiva y Salud Púbica Juan Martínez Hernández, experto de la comisión asesora del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos de España para el covid-19. El especialista precisa que, como efecto adverso "observado mayoritariamente en varones adolescentes", se han identificado algunos casos de miocarditis (inflamaciones en el corazón) en uno de cada 20.000 vacunados tras la segunda dosis con los fármacos de Pfizer y Moderna, pero son reacciones leves o moderadas.

En EE.UU., el Comité Asesor sobre Prácticas de Inmunización (ACIP) confirmó en junio que el beneficio de esas vacunas superaba ampliamente esos riesgos, pues podían encontrarse entre 39 y 47 casos de miocarditis por cada millón de vacunados, mientras que esa vacunación evitaba 560 hospitalizaciones, 138 ingresos en cuidados intensivos y seis muertes por covid.

Para el epidemiólogo Quique Bassat la cuestión de inmunizar a los txikis tampoco debe generar demasiada controversia. "Vacunarles es indispensable para que lleguemos a una protección grupal más eficiente. Si no les vacunamos, evidentemente no llegaremos al control funcional de la pandemia". A su juicio, las escuelas ofrecen para ello una plataforma logística "imbatible". "Sería un error no aprovecharla porque además contribuiría a la normalización de esta vacuna", zanja.

Apela a la salud pública el doctor Martínez Hernández. "Dado que niños y adolescentes pueden transmitir eficazmente la infección a sus familiares adultos y contribuir a la expansión de la epidemia, este grupo es uno de los más importantes a la hora de vacunar en términos de salud pública, pues es clave para prevenir la expansión descontrolada de la epidemia".

Y, recuerda que, pese a que el covid-19 presenta menor letalidad entre niños y adolescentes, también ha habido ingresos hospitalarios en este grupo de edad, aunque lógicamente en menor proporción.

Mejoría. La tasa de positividad descendió en las últimas horas por debajo del 6%, hasta el 5,8%, y también mejoró la presión hospitalaria. El viernes se llevaron a cabo en Euskadi 5.369 pruebas, casi 300 menos que en la víspera (299), en las que se detectaron 309 positivos (37 menos). En cuanto a la situación de los hospitales, el viernes ingresaron en planta 31 enfermos, nueve menos que el jueves, y en las UCI había 69 personas, dos menos que en la víspera. La incidencia, que lleva bajando desde el pasado 31 de julio, se situaba el jueves, último dato conocido, en 286 casos.

"En los niños, las vacunas, además de eficaces, son muy seguras"

Colegio ofic. de Médicos de España

"Las escuelas ofrecen una plataforma logística imbatible para poner vacunas"

Epidemiólogo