La prudencia también tiene su hueco en el mundo de las finanzas. Y más con el panorama que anticipa la pandemia a corto y medio plazo para Bizkaia. Por eso, las previsiones económicas que maneja la Diputación tratan de ajustarse a una realidad dinámica sobrevenida y cuya evolución marcará también la recaudación y la capacidad de respuesta de las administraciones locales. El año que viene, por ejemplo, las estimaciones apuntan a un incremento de los dineros que entrarían a las arcas forales vía impuestos, tasas, tributos€

Así que con esos planes, la proyección lanzada para 2021 por la institución foral plantea un incremento del 10,14% para el fondo Udalkutxa, la asignación que cada año prorratea la Diputación para contribuir a la financiación de los municipios del Territorio Histórico. En concreto, los 112 ayuntamientos vizcainos recibirán 829,4 millones de euros, lo que supondría un aumento modesto pero bienvenido para unas cuentas públicas municipales magulladas por culpa de la pandemia.

Ese es el cálculo que firma el Consejo Territorial de Finanzas, reunido en la mañana de ayer para analizar con perspectiva de futuro el actual escenario y, además, adoptar otras medidas de naturaleza financiera y perfiladas también por esa cautela. Por ejemplo, las administraciones locales recibirán en enero de 2021 los 26 millones de euros pendientes de la liquidación de 2019. El abono de esta cantidad no se ha hecho efectivo durante este curso precisamente por razones de sensatez financiera, debido a la caída de la recaudación durante este primer semestre del año y el consecuente empobrecimiento del fondo Udalkutxa.

La sesión del Consejo Territorial de Finanzas también sirvió para fijar en 753 millones de euros la dotación de Udalkutxa al cierre de este 2020, una previsión que supone una reducción de un 7,3% con respecto a la cantidad efectivamente abonada a los ayuntamientos durante este ejercicio -que asciende a 812 millones de euros- y una rebaja del 16,5% en relación a la cuantía prevista hace un año como dotación del fondo Udalkutxa para el ejercicio en curso.

Ello implica que la liquidación de este año, a la que procederá el Consejo Territorial de Finanzas en febrero de 2021, será negativa. Según las últimas previsiones, en unos 59 millones de euros, cantidad resultante de la diferencia entre la dotación de Udalkutxa, fijada en 753 millones, y la cuantía efectivamente abonada, 812 millones.

En otro ejercicio de prudencia financiera, las administraciones municipales podrán aplazar a 2022 y 2023 la devolución de las cuantías correspondientes, a razón del 50% por año, con el propósito de no complicar la disposición financiera de los ayuntamientos. A Bilbao, por ejemplo, le correspondería devolver algo más de 22 millones de euros.