La dinámica cambiante de la pandemia arrastra día a día al sistema sanitario vasco con más contagios, principalmente en personas de entre 19 y 39 años, lo que dificulta que la curva de la segunda ola pueda ser doblegada. Solo entre el viernes y el lunes se detectaron 2.060 nuevos casos, una cifra que preocupa sobremanera a las autoridades y entre los profesionales sanitarios. De momento, Euskadi descarta confinamientos selectivos, la declaración del estado de alarma e incluso apretar un poco más con las restricciones. Todo dependerá de cómo maniobre en las próximas jornadas el SARS-CoV-2 y sus portadores.

Y es que las pruebas PCR no podrán parar la pandemia, pero respetar el periodo de cuarentena, por ejemplo, puede contenerla. Un requisito primordial -como usar mascarilla, lavarse las manos y guardar la distancia social- en la batalla diaria contra un coronavirus que no entiende de fronteras ni de círculos de amistad, familiares o laborales. El propio Ignacio Garitano, coordinador de la Red de Vigilancia Covid de Osakidetza, dejó entrever que la celebración de algunos "eventos sociales" durante el fin de semana largo y los flujos de estudiantes y trabajadores con Nafarroa podrían haber influido en el repunte de casos en las estadísticas de la Comunidad Autónoma Vasca.

Garitano reconoció que la tasa de incidencia ha empeorado en esta última semana -274 frente a 249-, pero también evitó cualquier "elucubración" sobre la posibilidad de establecer limitaciones o prohibiciones a la vida social, ya que "estos aumentos podrían estar provocados por entornos geográficos concretos o eventos puntuales", expresó. La orden, por el momento, es permanecer en alerta a todo cuanto ocurra en la geografía vasca, pero también en las comunidades cercanas y en Europa.

Y a eso habrá que añadir "el importante esfuerzo diagnóstico" en forma de pruebas PCR -33.833 entre el viernes y el lunes- y próximamente con los test de antígenos para tratar de mantener a raya la propagación del virus. Las condiciones -rastreos, UCI€- para afrontar esta segunda ola y achatar la famosa curva epidemiológica parecen estar en regla, pero una vez más las llamadas a la responsabilidad individual y colectiva siguen imperando en los mensajes de las autoridades sanitarias.

Ezkerraldea, Durango...

Más aún cuando el comportamiento de la pandemia no da tregua en Euskadi: 3.526 casos activos y 7.180 en aislamiento de los que 530 y 2.133 tienen entre 3 y 16 años. Y en el recuento diario, Araba se anotó 44 nuevos contagios, 26 menos que la víspera; Gipuzkoa 224, lo que supone un ascenso de 74, y Bizkaia 255, es decir 117 más. Bilbao es de nuevo la más afectada con 53, 5 más que la víspera, aunque llama a atención Ezkerraldea: Barakaldo suma 20 positivos, 11 más; Santurtzi 19, 16 más; Portugalete, 13, 8 más, y Sestao, 7 casos nuevos. También llaman la atención Durango, que registró 18 nuevos contagios, 15 más que el día anterior; Ermua, que pasa de 2 a 12 casos en apenas 24 horas, y Abadiño, que pasa de 0 a 9 casos.

Ante este escenario general, tensionado en algunos puntos geográficos, el Departamento de Salud decidió monitorizar estrechamente la evolución que tiene la pandemia en zonas de Gipuzkoa ante la posibilidad de que se estén viendo afectadas por la incidencia del covid-19 en la vecina Nafarroa. Azkoitia, Beasain y ahora Azpeitia están en el punto de mira de Osakidetza. La población de esta última localidad, con 763 casos por 100.000 habitantes, podrá someterse a una prueba PCR para detectar precozmente un posible positivo y cortar la temida transmisión comunitaria. El cribado empezará mañana y está dirigido a personas de entre 17 y 40 años.