El nerviosismo era palpable por las calles de Ermua en la jornada de ayer. Y es que de los cerca de 200 infectados confirmados en Bizkaia en los últimos días, 77 fueron detectados en el municipio. Desde la Consejería de Salud, explicaron que muchos de estos casos tienen relación con los focos existentes en Gipuzkoa, en concreto con los brotes de Zarautz y Eibar. "A la gente se la nota bastante nerviosa estos días y el tema de conversación son los contagios", explicó Mari Paz, responsable de un bar próximo al centro de salud de Ermua, quien se alegró porque "por lo menos la gente parece que está respetando la obligación de ponerse la mascarilla".

La lista de infectados ermuarras puede ir en aumento con una docena de jóvenes que se encuentran de vacaciones en Cunit, municipio costero localizado en la provincia de Tarragona. Y es que dos días después de llegar al destino vacacional, recibieron la llamada de una amiga informándoles de que estaba contagiada de covid-19 y nueve de ellos habían tenido contacto directo con ella. "Llamamos a Osakidetza y nos dijeron que teníamos que hacernos la PCR, pero la Generalitat nos daba largas. Al final aceptaron y el domingo por la tarde nos hicieron las pruebas y ahora estamos esperando los resultados", explicó Iván Sola, joven ermuarra de 22 años confinado en un chalé de Tarragona con sus amigos.

Suspendidas todas las actividades que tenían programadas para sus vacaciones, los jóvenes no han salido de la vivienda realizando en todo momento las compras on line. Tras conocer el contagio de su amiga, la expedición ermuarra se puso en contacto con el propietario de la casa para que estuviera al tanto de la situación ya que, si alguno de los inquilinos da positivo, tendrán que alargar su estancia confinados dos semanas. "Como muy tarde el miércoles por la mañana nos darán los resultados y si hay algún positivo tendremos que quedarnos catorce días encerrados o hasta que demos negativos en la PCR", puntualizaron los jóvenes, reconociendo que "pasar el encierro con tus amigos en una casa con piscina en Tarragona tampoco es tan duro".

A pie de calle, la preocupación porque el número de contagios vaya en aumento era notoria. El cierre de un bar en San Lorenzo por el positivo de un camarero generó mayor intranquilidad. A esto hay que sumarle que las salidas nocturnas han sido frecuentes los fines de semana. "El otro día iba a currar a las 6.00 de la mañana y era increíble ver a toda la gente en la calle sin guardar, en ningún momento, la distancia de seguridad", aseguró Carmen, a sus 26 años. En esta línea se mostró otro hombre de 32 años, quien lamentó la actitud de muchas cuadrillas: "Visto lo visto, tengo muy claro que irán apareciendo nuevos contagios", auguró rotundo.

el alcalde, confinado

Por otro lado, Juan Carlos Abascal, alcalde del municipio, fue confinado ayer tras detectarse un positivo en el Ayuntamiento. El primer edil se encuentra en cuarentena por precaución a la espera de pasar reconocimiento. Tras informar de que se están realizando pruebas PCR en el hospital de Eibar a familiares y contactos directos de los positivos, Abascal pidió que "tomemos conciencia de que el virus está con nosotros. Es una cuestión de toda la sociedad. El foco está controlado y no podemos seguir propagando el virus", zanjó el primer edil.

"Tomemos conciencia de que el virus está con nosotros; es una cuestión de toda la sociedad"

Alcalde de Ermua

"Pasar el encierro con tus amigos en una casa con piscina en Tarragona tampoco es tan duro"

Vecino de Ermua