Las empresas de las regiones que desde el próximo lunes entrarán en la fase 1 de la desescalada deben continuar ofreciendo el teletrabajo siempre que sea posible y, cuando no lo sea, proporcionar el distanciamiento adecuado de los trabajadores y seguir medidas de limpieza de las instalaciones.

Según la orden de aplicación de la fase 1 de la desescalada, que publica este sábado el Boletín Oficial del Estado (BOE), las empresas deberán proporcionar a sus trabajadores de forma permanente geles hidroalcohólicos o desinfectantes y equipos de protección (EPIS) cuando la distancia entre ellos sea inferior a dos metros.

Respecto al registro de jornada, la norma pide la sustitución del fichaje con huella dactilar por otro que garantice las medidas higiénicas o que sea desinfectado antes y después de cada uso.

Con el objetivo de mantener los dos metros de distancia de seguridad, las empresas deberán modificar la disposición de los puestos de trabajo, la organización de los turnos y otras condiciones de trabajo, también en cualquier zona de uso común como vestuarios, taquillas o aseos.

Estos ajustes en la organización horaria deben tener en cuenta también la afluencia de personas, trabajadoras o no, durante las franjas horarias de previsible máxima afluencia o concentración, por ejemplo, en las entradas y salidas del trabajo.

Las empresas deberán limpiar y desinfectar las instalaciones, sobre todo las zonas de uso común y superficies de contacto más frecuentes como pomos de puertas, mesas, muebles, pasamanos, suelos, teléfonos o perchas.

La limpieza, dice el texto, ha de realizarse con desinfectantes como diluciones de lejía (1:50) recién preparada o cualquiera de los desinfectantes con actividad virucida del mercado, desechando tras cada limpieza los materiales empleados y los equipos de protección utilizados y procediendo después al lavado de manos.

Las medidas de limpieza se extenderán también, en su caso, a zonas privadas de los trabajadores, tales como vestuarios, taquillas, aseos, cocinas y áreas de descanso y, en el caso de puestos de trabajo compartidos por más de un trabajador, se realizará la limpieza al finalizar cada turno.

En el caso de que un trabajador detectara síntomas compatibles con la enfermedad, la empresa deberá contactar con el teléfono habilitado para ello por la comunidad autónoma o centro de salud correspondiente y, en su caso, con los correspondientes servicios de prevención de riesgos laborales.

Siempre que sea posible, el trabajador se colocará una mascarilla y abandonará su puesto de trabajo hasta que su situación médica sea valorada por un profesional sanitario.

Los uniformes y ropa de trabajo se lavarán en ciclos de entre 60 y 90 grados, se ventilará las instalaciones diariamente, se limitará el uso del ascensor a lo imprescindible y sólo una persona por viaje, el mismo aforo que se permitirá en el uso de los aseos, que además deberán desinfectarse seis veces al día.

La norma obliga a fomentar el pago con tarjeta u otros medios con los que se evite el uso de dinero en efectivo, limpiando y desinfectando el datáfono tras cada uso, así como el terminal de venta.