- El confinamiento le ha dejado algo más tiempo para reflexionar y Rafa Ledesma no duda: "Nos hemos percatado de que a nuestro alrededor tenemos a personas solas que nos necesitaban, pero no las veíamos y tampoco las escuchábamos...".

Muy buenas Rafa, una persona con una agenda como la suya, siempre a tope, ¿cómo está llenando las horas muertas?

—La verdad es que como desde el primer momento estamos con teletrabajo y con un ritmo de llamadas a nuestros afiliados y afiliadas no me estoy encontrando con tantos tiempos muertos. Procuro ser muy disciplinado con los horarios, levantarme temprano, y tener un planing marcando también los tiempos para una charla con la familia y cómo no, practicar deporte que es muy importante para mantener el ánimo alto. Normalmente lo practico después de aplaudir en la ventana a todos esos valientes luchadores. Nunca haremos lo suficiente para agradecérselo.

También le digo que aburrirse no es malo. Eso creo€

—Aburrido no me he sentido. Todo lo contrario, pero es verdad que el fin de semana al no tener tanto teletrabajo se nota ya que de normal lo suelo dedicar a hacer actividad deportiva al aire libre como correr, hacer ciclismo en tándem o subir alguno de nuestros montes. Desde la ventana sí siento esa nostalgia y echo de menos a todos esos amigos voluntarios que me ayudan a realizar esas actividades.

Oiga, esta pandemia nos está enseñando aceras semivacías, sin terrazas ni coches mal aparcados. Más o menos lo que ustedes piden una y otra vez. ¿Un buen momento para que las autoridades y las personas reflexionen sobre este asunto?

—Es un gran momento para toda la sociedad y reflexionar hacia dónde queremos ir y cómo queremos ir. Las ciudades las tenemos mucho menos contaminadas, con menos ruido, menos estrés, menos accidentes, y creo sinceramente que hemos despertado una sociedad mucho más voluntaria y humana. Nos hemos percatado de que a nuestro alrededor tenemos a personas solas que nos necesitaban, pero no las veíamos y tampoco las escuchábamos, y ahora de repente nos toca el timbre un vecino solamente para preguntarnos ¿te subo el pan?, ¿necesitas algo de la farmacia?...

Ya, eso es verdad€ Con lo que está cayendo, la actividad de la organización no se detiene. Hace unos días, por ejemplo, celebraron el Día del Libro con nuevos títulos para personas invidentes, pero desde que arrancó el confinamiento la ONCE ha puesto a disposición de sus afiliados una oferta cultural, educativa y de ocio para que las personas ciegas se mantengan activas durante el confinamiento€ De todo eso, ¿qué ha hecho usted? Porque tiempo hemos tenido€

—Además de nuestra biblioteca hemos tenido mucho más como películas, teatro, documentales con audio descripción, revistas de información y culturales, clases de gimnasia de mantenimiento realizada por los profesores de nuestra escuela universitaria de fisioterapia adaptados para todos los niveles, incluso cursos de idiomas de mecanografía y hasta de cocina para ciegos. Como anécdota, el director general nos enseñó su receta secreta de cómo hacer las mejores torrijas del mundo durante la Semana Santa. Yo las hice y duraron poco en casa, y eso que solamente estamos tres personas.

Hablando de lecturas. Los nombres de Alaitz Leceaga e Ibon Martín están entre los autores más descargados de su web. ¿Ha leído alguno de sus libros?

—De Ibon Martín leí El faro del silencio y tengo pendiente La danza de los tulipanes que es al que te refieres. Me gustan este tipo de novelas, que te enganchan y no te dejan pensar en estos momentos tan difíciles. El último que he terminado de leer es Tierra alta, de Javier Cercas, Premio Planeta 2019.

Televisión, radio, Internet€ ¿cuál está siendo su particular Biblia en este tiempo para estar informado?

—Las personas afiliadas a la ONCE somos grandes consumidoras de radio, nos acompaña a todos los lados de la casa, pero procuro dosificar la información y tengo tres momentos al día para informarme: a primera hora mientras me preparo un buen desayuno, a mediodía y a la noche antes de dormir y leer unas cuantas páginas virtuales. Creo que muchas personas han estado en situación de miedo y a veces rozando el pánico por empacho informativo, y en momentos dando crédito a bulos que no tenían ningún fundamento científico. Debemos aprender a medir y contrastar la veracidad del bombardeo de noticias que nos llegan.

¿Ya ha pensado qué será lo primero que haga cuando entremos en esa fase de 'nueva normalidad'?

Pisar la hierba y respirar profundamente en medio de alguno de los bosques que tenemos en la ciudad de Vitoria como el de Zabalgana o el de Armentia. Los tenemos muy cerca de casa, a menos de un kilómetro. Es un lujo, y es lo que más me ha costado del confinamiento, saberlos ahí tan cerca y no poder sentirlos€.

Y una pregunta más, que si no se la hago€ ¿cuándo volverán a las calles y plazas de Euskadi los vendedores del cupón?

—Debemos ser muy cautos con la vuelta a la normalidad total, tiene que ser progresiva y cuidando mucho a nuestros vendedores y vendedoras que en algunos casos también son personas con un nivel alto de riesgo y que serán los últimos en poder hacer su vida laboral normalizada. Saldremos de nuevo a las calles lo antes posible, pero aún no tenemos estipulada la fecha.

"Debemos ser muy cautos con la vuelta. Tiene que ser progresiva y cuidando mucho a nuestros vendedores"