vecinos trabajadoras de supermercado

El denunciante del anónimo, hijo de la trabajadora de una frutería, descubrió el cartel el pasado miércoles por la tarde y comunicó su existencia a la Policía Foral través de Twitter. "Al ver el cartel, me pareció tan ofensivo que escribí a la Policía Foral. Me recomendaron que presentase una denuncia y es lo que hice", explicó el joven, quien destacó que "afortunadamente este tipo de comportamientos no son generalizados, sino que solo corresponden a una minoría. Tenemos sospechas de quién puede ser. Pero la Policía Foral está investigando".

Además del cartel que su propia madre colgó para responder al anónimo, en el que pide "más empatía por las personas que trabajamos por el bien del resto de los que no trabajáis" y afirma "tenemos todos el mismo derecho a vivir que tú en este portal", otras vecinas afectadas, también trabajadoras en tiendas de alimentación y supermercados, han respondido a las supuestas coacciones con sus propios mensajes colgados en el ascensor. "Razonáis que el motivo por el que debería abandonar mi casa es proteger a vuestras familias. Yo protejo a la mía. Estoy bien orgullosa de que mi trabajo sirva para ayudar a que todos podamos comer", reza un mensaje. En otro se puede leer que "ojalá nunca te veas en la situación de llegar a tu casa con miedo por haberlo cogido. Ojalá nunca llegues a tener que comer separada, a dormir separada de tu familia por miedo... a vivir tu vida con miedo". "Si todos nuestros vecinos que trabajan en supermercados o tiendas similares no fuesen a trabajar, ¿cómo ibas as comer?", le cuestiona otro.

Junto a los mensajes de las trabajadores aludidas, otros vecinos también mostraron su rechazo al anónimo y su respaldo a las personas afectadas. "No sé cómo calificar el cartel, me parece despreciable. El miedo es libre, así que puedes irte a algún sitio aislado, donde no hay supermercados ni centros de salud. Creo que las disculpas vienen tarde, el daño está hecho", se lamenta un vecino en otro mensaje.

Tampoco las disculpas plasmadas con su propio puño y letra por el autor del cartel de la polémica fueron ayer suficiente desagravio para el denunciante, quien apunta que alguna otra vecina estaba sopesando interponer una denuncia contra el anónimo. "Me parece que el perdón que pide es muy falso. Se ha visto obligada u obligado a hacerlo por la presión de los vecinos y de las redes sociales. Si diera la cara, nos pensaríamos retirar la denuncia, pero por ahora no lo ha hecho, así que vamos a seguir adelante", concluyó este joven.

"El perdón que pide es muy falso; si diera la cara, nos pensaríamos retirar la denuncia"

Hijo de una vecina afectada