- Una mujer separada con gemelos que quiere pedir una excedencia y tiene dudas sobre el procedimiento, una señora mayor que quiere saber si tiene que salir a la calle necesariamente con mascarilla, una abuela que tiene dudas sobre si su hija y su yerno pueden tocar a su bebé de seis meses... El teléfono de ayuda a la infancia y adolescencia Zeuk Esan está recibiendo estos días más llamadas de lo habitual y todas ellas relacionadas con el coronavirus y el confinamiento. "Son situaciones de angustia por estar haciéndolo mal o estar cometiendo algún error", explica Kepa Torrealdea, coordinador del servicio. "En estos momentos, todos estamos haciendo labores muy diversificadas. Ahora estamos atendiendo un porcentaje mayor de casuística no relacionada con menores de edad. Una señora, por ejemplo, llamaba angustiadísima contando que tenía a su amatxu en una residencia con síntomas y que no podía ponerse en contacto con ella", subraya.

"Todos nos estamos adaptando, hoy en día los hoteles se hacen hospitales, los polideportivos se hacen hospitales, ¿cómo un servicio de atención telefónica no se va a adaptar como se adaptan todos?", cuestiona. Según Torrealdea, están recibiendo una media de 12-14 llamadas diarias, un poco más de lo habitual. "Cuatro o cinco pueden ser de menores, un tercio más o menos, mientras que los otros dos tercios son de mayores de edad, algunos ni siquiera tienen hijos".

"Tenemos también llamadas de padres o madres que tienen el régimen de custodia compartida por separación, un convenio regulador que es de una determinada manera. Y resulta que, ahora, por el tema del confinamiento, hay casos en los que mamá o papá no lleva a los niños a la otra parte y la otra parte se siente ofuscada, maltratada y pregunta si esto es legal. En estos casos, les decimos que el convenio regulador es lo que marca la legalidad, pero que los jueces están diciendo que hay que tener cierta flexibilidad por el bien de los menores y evitar contagios", apunta Torrealdea.

Y es que el confinamiento y el momento tan excepcional que estamos viviendo ha dado a las familias "un plus de angustia". "También nos han llamado padres y madres que se llevaban mal de antes, que se han montado la vida de la mejor manera que han sabido, cada uno en su trabajo, con sus círculos de amistades y así han llevado la vida para adelante. Y, ahora, se encuentran en la isla de los supervivientes, se tienen que ver todos los días y no están acostumbrados, y salen todos los fantasmas de antaño que no estaban resueltos. Algunos se sienten mal, otros estresados porque no tienen conversación con la otra parte y tienen que convivir", explica el coordinador de Zeuk Esan.

El consejo, en estos casos, es difícil, "por muy psicólogos que seamos", reconoce Torrealdea. "Acompañar con la conversación es una alternativa que ofrecemos, pueden llamar cuantas veces quieran, el tiempo que necesiten. Estamos de nueve a nueve todos los días, de once a ocho los sábados y festivos. Está claro que no hay solución para un problema de una pareja rota, por lo menos una solución que se pueda dar desde un teléfono, pero sí que puede haber una especie de bálsamo".

Aunque en un porcentaje menor, los jóvenes también están llamando al teléfono de Zeuk Esan y sus miedos, angustias y dudas están relacionadas también con la situación de confinamiento. "Los que están llamando lo están haciendo de forma muy desesperada, no aguantando el aislamiento, entre estresados y aburridos. De eso no podemos decir los chavales del País Vasco viven mal el confinamiento, son casos concretos; cada familia es cada familia, no es lo mismo una casa de 200 metros que una de 62. No es lo mismo vivir con un padre y una madre que se lleven bien a vivir con un padre y una madre que se llevan mal", apunta.

El resto de cuestiones por las que antes llamaban los jóvenes, como las relaciones de pareja, relaciones entre iguales, bullying o malestar psicológico han quedado en la recámara. "Los padres y madres antes llamaban sobre todo por bullying, ahora es por confinamiento", destaca Torrealdea. "Cuando desaparezca esto, las preocupaciones de antes volverán", confía.

"Muchas de las situaciones que preocupan o angustian a los chicos y a las chicas que nos llaman tienen que ver con las situaciones personales, ya sea las de casa, los amigos, la pareja, los iguales... Y ahora no tienen formas de relacionarse más allá de Skype, FIFA o la Playstation, así que el marco de conflicto ya no se da, ya no están en la calle. Están en casa y donde se da el conflicto en estos momentos es en casa y se manifiesta como desesperación y aburrimiento", concluye Torrealdea.

Zeuk esan

Zeuk esan es un servicio de ayuda a la infancia y la adolescencia.

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De 9.00 a 21.00 horas días laborables; de 11.00 a 20.00 horas sábados y festivos.

Las llamadas son gratuitas, anónimas y no dejan rastro en la factura.

"Los chavales y chavalas que están llamando lo están haciendo de una forma muy desesperada, no aguantando el aislamiento"

"Los hoteles se hacen hospitales, ¿cómo no se va a adaptar un servicio de atención telefónica?

Coordinador de Zeuk Esan