Bilbao - "Llevábamos una vida normal. No es para tanto, pero sí que es verdad que había algunas personas que estaban un poco histéricas por el tema del coronavirus", explicó Javier Beltrán, un joven que acudió a Milán para trabajar en una empresa con una beca del Gobierno vasco. Ayer volvió a casa, junto a siete compañeros más, tras la medida de prevención que lanzó, hace unos días, la Agencia Vasca de Desarrollo Empresarial, dependiente del departamento de Desarrollo Económico e Infraestructuras del Gobierno vasco.

Pasadas las 15.00 horas, el avión procedente de Milán aterrizó en La Paloma y, minutos más tarde, los pasajeros llegaron a la terminal de Loiu. Hubo algunos que lo hicieron con la boca y la nariz protegidas con mascarillas, pero la mayoría reaccionó con naturalidad. "Nos dijeron que era similar a una gripe, que no nos preocupáramos, pero como medida cautelar teníamos que volver y estar en casa tranquilos hasta que se calmara todo este asunto para después volver a irnos", prosiguió el joven bilbaino que indicó que la empresa en la que realizaba las prácticas "paró todo" durante tres días, por lo que tuvo que trabajar desde casa. "Se supone que la semana que viene todo iba a volver a la normalidad", indicó nada más bajarse del avión en el Aeropuerto de Bilbao.

Beltrán aseguró que en Milán "hay gente que lo está viviendo con un poco de pánico y está metida en casa. Las calles están un poco desoladas, pero por lo demás está todo bien. Sí que es verdad que los restaurantes están cerrando porque no hay negocio y, además, hay una ley que dice que a partir de las 18.00 horas todo lo que no sean restaurantes tienen que cerrar, pero por lo demás está todo tranquilo". Respecto a las mascarillas, el bilbaino aseguró que "sí que había mucha gente asiática con ellas", pero cree que se trata más "de un tema cultural que otra cosa".

Por su parte, una de sus compañeras en el vuelo Milán-Bilbao aseguró que se encontraban bien y que la vida en la capital lombarda transcurre con normalidad. "Se ha exagerado todo aquí; allí está todo genial", indicó.

Entre los pasajeros también se encontraba María, una cántabra que ha residido el último año en Milán gracias a un voluntariado europeo. "Se está generando más alarma de lo que realmente es. Yo he hecho vida normal. La gente no debe asustarse porque no es para tanto. Mi familia estaba más preocupada que yo", explicó María, que fue de las pocas personas que salió del aeropuerto con una mascarilla en el rostro. "Creo que hay que tomar precauciones pero, al final, es similar a una gripe y pasará", indicó antes de añadir que "la gente que ha tenido anteriormente más patologías es normal que tenga más cuidado, pero las personas jóvenes y sanas no creo que tengan que preocuparse". De hecho, la mayoría de pasajeros que ayer aterrizaron en Bilbao tras pasar unos días en Milán aseguraron que todo el revuelo generado en torno al coronavirus "no es para tanto". Sin ir más lejos, Antonio, un joven italiano de 25 años, aseguró que tanto él como sus amigos han estado "haciendo vida normal".

"las medidas un poco extremas" En la misma línea, este estudiante de Milán que aterrizó ayer en la capital vizcaina para pasar unos días en Iruñea, aseguró que en la capital de la moda solo cerraron algunas universidades por prevención y fue una medida que, a pesar de ser extrema, sirvió de mucho. "Lograron aislar los virus en los pueblos, que están a una hora en coche del centro de Milán, pero sí que es verdad que se creó mucho alarmismo y espantó a mucha gente", relató para resumir que "la gente está un poco espantada. Fueron al supermercado a comprar mil cosas, pero el clima que se respira en Milán es muy tranquilo".

Diego también aterrizó ayer en La Paloma para hacer una visita a su hermana. "Algunos tienen un poquito de miedo, pero mucha otra gente está haciendo vida normal. Nos asombramos del caos generado, pero no creo que sea para tanto. Sí que he visto a bastante gente con mascarilla por el centro, pero ni yo ni nadie de mi entorno nos hemos puesto una", relató. Sus compañeros de viaje también aseguraron que "la situación en Milán es tranquilísima" y que "no hay mucha preocupación". En el centro de la ciudad es "casi todo" normal pero "tampoco muy alarmante".

Así mismo, los pasajeros que aterrizaron en el aeropuerto de Loiu no presentaban ningún síntoma y todos ellos se encontraban "muy bien".