Secuestra en Lodosa a su expareja y la retiene en una casa de Burgos

PAMPLONA - Agentes de la Policía Local de Burgos detuvieron el martes a un hombre de origen paquistaní como autor de un supuesto delito de detención ilegal después de retener contra su voluntad a su expareja, de la misma nacionalidad, a la que trasladó en coche desde la localidad navarra de Lodosa. Un descuido permitió a la mujer escapar de la vivienda en la que se encontraba y alertar de lo ocurrido.

Según informaron el miércoles fuentes de la Policía Local de Burgos, el hombre se desplazó hasta Lodosa, donde localizó a su expareja, a la cual convenció de que se montase en su vehículo para entablar una conversación, pero en vez de charlar, como había prometido, la retuvo contra su voluntad y condujo durante más de 150 kilómetros hasta una vivienda en la capital burgalesa, según la versión de la mujer. Allí permanecieron durante un rato largo hasta que, según parece, el varón se quedó dormido, informó el Diario de Burgos en su edición de ayer.

Fue ese momento de descuido el que la mujer aprovechó para huir del piso e ir en busca de ayuda y tras salir a la calle encontró a un viandante que la ayudó y se encargó de avisar a las autoridades. La Policía Local recibió la llamada y se personó en el lugar a los pocos minutos. Una vez allí, la mujer les corroboró los hechos, por lo que procedieron a la detención del presunto autor de la detención ilegal, al que posteriormente le trasladaron a las dependencias del cuerpo municipal, donde ambos prestaron declaración por lo ocurrido.

VERSIÓN DEL ARRESTADO El hombre aseguró ante los agentes que su expareja se había montado voluntariamente en el coche, que no se trataba de una retención contra su voluntad, y que por eso la había trasladado desde Lodosa hasta su vivienda en Burgos. Sin embargo, la mujer insistió en el relato que había realizado minutos antes durante su aviso, asegurando que fue trasladada a Burgos en contra de su deseo.

La víctima del supuesto delito de detención ilegal explicó a los agentes que la convenció para que se montase en el vehículo y una vez dentro no la dejó salir hasta que llegaron a la vivienda de ciudad burgalesa. En su declaración, no denunció ningún tipo de agresión física, apuntaron fuentes policiales, y tampoco trascendió que hubiera demandas previas por violencia de género.