BILBAO. En una sentencia fechada el pasado 1 de abril, el alto tribunal ha confirmado la resolución condenatoria en los mismos términos del Juzgado Contencioso-administrativo número 3 de Gasteiz sobre este caso, al desestimar el recurso que contra ella interpuso Osakidetza.

En el proceso, la paciente, de 31 años, sostuvo que en noviembre de 2013 le fue suministrado en un centro de salud de Osakidetza una inyección de Nolotil intramuscular en el glúteo de forma incorrecta, lo que le provocó "una neuropatía del nervio ciático que la ha llevado al reconocimiento de una incapacidad permanente y total y a padecer importantes déficits funcionales", así como dolor crónico.

La paciente, defendida por Lex Abogacía, alegó que presenta una cojera, debe andar con muletas y tiene una cicatriz a raíz de una intervención posterior a la que tuvo que someterse en mayo de 2016.

La sentencia del juzgado de Gasteiz ahora confirmada por el TSJPV señala que "resulta coherente" que "exista una relación entre la inyección y las consecuencias posteriores".

"Al menos -añade- resulta esa relación causal con una probabilidad suficiente, como para que haya de ser la parte demandada la que ponga sobre la mesa los elementos que permiten romper el nexo de causalidad".

Sin embargo, según sostiene, "el esfuerzo probatorio de la Administración no ha permitido establecer razonablemente una razón para justificar la ruptura del nexo causal".

El tribunal señala también que en este caso aparece "como inadecuada desde un punto de vista objetivo (esto es, que una inyección desemboque en las lesiones por las que se reclama) la asistencia prestada por el Servicio Vasco de Salud".

El Tribunal Superior de Justicia del País Vasco ha confirmado estos argumentos en su sentencia, contra la que cabe recurso de casación, y ha señalado que "no existe prueba suficiente que acredite la tesis" de Osakidetza relativa a que fue la conducta de la paciente "la que causó el cuadro doloso".