hernani - En el último lustro, las matrículas en las nuevas carreras se han duplicado, mientras que las inscripciones en las tradicionales no han dejado de descender. Además, el porcentaje de alumnos que deciden realizar parte de sus estudios en el extranjero crece cada curso. Los intereses de los alumnos han cambiado y Mondragon Unibertsitatea “frente a un nuevo contexto” ha diseñado “un nuevo modelo”: Mendeberri 2025, un proyecto educativo innovador en el que los estudiantes crean su propio itinerario de aprendizaje conectados a las necesidades reales de las empresas.

“Hay que cambiar la educación para crear una mirada nueva hacia el trabajo. En los próximos años el mundo laboral va a cambiar y la universidad también tiene que hacerlo”. Con estas palabras presentaron ayer en el campus de Orona Ideo el vicerrector de Mondragon Unibertsitatea, Jon Altuna, y el profesor de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación, Iñaki Larrea, el nuevo modelo educativo Mendeberri 2025. Con la colaboración del experto en el cambio en la educación a través de la innovación disruptiva Xavier Aragay, la universidad ha diseñado un modelo “innovador adaptado a las nuevas generaciones” con “un enfoque personalizado” que busca la formación de “estudiantes proactivos”.

Con Mendeberri 2025, cada alumno de Mondragon Unibertsitatea contará con un profesor que tutorizará su formación, se potenciarán nuevos espacios para la creatividad y puesta en marcha de proyectos y se incidirá todavía más en la formación dual. Así, a partir del próximo curso, el centro universitario rediseñará Mendeberri, su modelo educativo actual, a partir de principalmente tres cambios: la estructura modular y la evaluación, la personalización y la flexibilidad, y la interdisciplinariedad y experiencia formativa.

Itinerario propio En lo que se refiere a la estructura, los universitarios podrán elegir su propio itinerario de aprendizaje, combinando clases presenciales con formación on line y la educación con los proyectos laborales. Para guiar ese viaje, cada estudiante contará con la figura de “un tutor o coach” que fomentará su características curriculares.

Partiendo de ese punto, el alumnado tendrá flexibilidad “para elegir su modelo formativo” con el objetivo de potenciar cuatro aspectos: la educación presencial, los trabajos comunitarios, las clases on line y la formación internacional. El tercer cambio, por último, tendrá que ver con la experiencia universitaria. “Queremos llevar la vida real a la universidad”, apuntó Altuna. Gracias a esto, Mondragon Unibertsitatea trata de adaptarse al alumno del futuro. “Se trata de no poner solo el acento en la formación de los futuros profesionales, sino también en su desarrollo humano y ciudadano”, explicó el vicerrector. - A. Z.