BIlbao - José Luis Ausín, a sus 88 años, recuerda con “una nitidez total” el momento en el que él y sus compañeros peregrinos arrojaron una botella de vino al mar con un escrito y cinco estampitas en su interior. “No imaginamos que tendríamos respuesta”, afirma.

¿Cómo recuerda aquel momento?

-A pesar de los años, es curioso, pero me acuerdo con una nitidez total del gesto. La madre de Martín Valle, que fue quién ideó el acto, le preparó un bocata y una botella de vino. Se le ocurrió meter en esa botella cinco estampas de la Virgen de Begoña. Yo cuando la vi, creí que no era la manera adecuada de cerrarla así que fui a la cocina para sellar el corcho con la cera de una vela y después la tiramos al agua. Quedó flotando y mientras seguimos navegando, en un par de minutos la perdimos de vista.

¿Qué ocurrió después?

-Realmente no nos acordábamos de la botella. Fue un acto poco significativo del grupo. Cuando volvimos a Bilbao apareció una carta muy simple que empezaba: Jóvenes de la Quinta Parroquia. Era de la maestra del pueblo a quien le habían entregado la botella para que leyese el escrito que había en el interior de la botella. Y efectivamente. Ahí estaban las cinco estampas de la Virgen de Begoña y el mensaje que se le ocurrió a Ángel que decía: Quién encuentre esta botella, a ver si luego nos juntamos y nos reunimos en el cielo.

¿Por qué cinco estampitas?

-Martín Valle decía que era una por cada misterio del Rosario. Pero era por las que tenía en la mano (risas).

¿Imaginaron en algún momento que alguien podría contestarles?

-En absoluto. De hecho lo lógico es que se hubiese roto porque además llegó a una playa rocosa.

¿Qué espera del día de la inauguración de la ermita? ¿Acudirá?

-Claro que sí. Ese día será algo más que ocurre en la vida, pero a su vez será un día bastante particular por toda la historia que tiene detrás.

¿Qué siente sabiendo que podrá vivir en primera persona ese día?

-Estoy muy satisfecho y contento de haber vivido todo el proceso. Tengo una foto donde aparecemos todos los que estuvimos en el barco el día que se lanzó la botella. La miro con frecuencia porque me trae muchos recuerdos, pero faltan muchos que se han ido.