VALENCIA. La Policía recibió una llamada de un centro social que alertaba de un posible maltrato de una madre hacia su hija y averiguó que esa misma mañana la madre había insultado y agredido a la pequeña en su domicilio, para posteriormente dejarla en un centro porque, según dijo, no podía hacerse cargo de ella.

La niña presentaba signos visibles de heridas erosivas y marcas en la cara, según informa la Policía, que comunicó los hechos a la Fiscalía de Menores y esta ordenó su traslado a un centro de menores.

La detenida como presunta autora de un delito de malos tratos en el ámbito familiar, tras prestar declaración, quedó en libertad por orden del juzgado de guardia al tener a su cargo un bebé en período de lactancia, con la obligación de comparecer ante la autoridad judicial y una orden de alejamiento hacia su hija de cuatro años.