bilbao - Sin apenas tregua y después de la ciclogénesis explosiva, la borrasca atlántica Helena azotó ayer Euskadi con fuerza y serias inclemencias meteorológicas, dejando rachas de viento huracanadas, olas de gran altura, nevadas en cotas muy bajas y fuertes lluvias que mantuvieron activada la alerta por inundaciones. La costa fue una de las zonas más afectadas y las olas alcanzaron los 4,8 metros de altura en el Puerto de Bilbao, mientras los vientos soplaron con máximas de 116 kilómetros por hora en Oiz y Unzueta.
Según informó la dirección de Atención de Emergencias y Meteorología del Gobierno vasco, la altura de ola significante registrada durante la madrugada del sábado fue de 4,85 metros en el Puerto de Bilbao y de 4,34 metros en Pasaia. Los vientos también fueron violentos con los citados 116 kilómetros/hora en Oiz y Unzueta, 110 en Cerroja, 107 en Matxitxako y Santa Clara, o 83 en Deusto y 81 en Kanpuzu. De hecho, el frontón Santi Brouard de Lekeitio sufrió las consecuencias y vio cómo el viento arrancaba parte de su techumbre, que los Bomberos intentaron reparar. Hoy prosiguen las tareas de anclado, por lo que el Ayuntamiento ha decidido cerrar la calle Paskual Abaroa, además de la zona de San Juan, donde cayeron varias tejas de la ermita.
Además, las últimas horas de la borrasca estuvieron dominadas por las intensas nevadas en cotas muy bajas, entre 300 y 500 metros, que ocasionaron el cierre o complicaciones en el tráfico en más de 1.600 kilómetros de la red secundaria de la mitad norte. En este sentido, los puertos alaveses de Orduña, Opakua, Bernedo y Herrera permanecieron cerrados al tráfico por la presencia de nieve o hielo mientras que era obligatorio el uso de cadenas para todo tipo de vehículos en Salinas y Zaldiarán.
Entre las incidencias, cabe destacar que la caída de un árbol sobre la catenaria del tren de la línea que une Bilbao y Balmaseda provocó una caída en la tensión a la altura de Alonsotegi ye generó un corte en el tráfico ferroviario. Por ello, fue necesario realizar un transbordo a los 25 pasajeros que circulaban en ese momento en el convoy. Según informó el Departamento vasco de Seguridad y Adif, el suceso se produjo sobre las 12.45 horas cuando, al parecer, un árbol cayó sobre la catenaria. De este modo, el tren quedó parado a la altura de Alonsotegi y hasta el lugar se desplazaron efectivos de emergencias. Los 25 pasajeros que se encontraban en su interior tuvieron que ser desalojados y la circulación se restableció pasadas las 13.40 horas.
El volumen de agua caído se dejó notar sobre todo en los pantanos y en las crecidas de los ríos. Así, el pantano alavés de Ullibarri disminuyó el caudal de su desembalse a 30 metros cúbicos por segundo después de que el cauce del río Zadorra hubiera alcanzado a lo largo de la jornada el nivel amarillo. - DEIA