Un grito multitudinario en pro de los Derechos Humanos

Bilbao - Bilbao se movilizó ayer a favor de los Derechos Humanos aprovechando la conmemoración de los setenta años del aniversario de la Declaración Universal. Los cientos de personas que acudieron a la manifestación organizada por Bizitegi, con la implicación de muchas otras asociaciones, partieron desde la plaza Moyúa con un lema multitudinario de Todos los derechos para todas las personas y finalizaron el recorrido bailando al ritmo de Doctor Deseo, gracias a la implicación de Francis, vocalista del grupo, quien abrió paso a los convocados, introducido en una jaula desde la que interpretaba los éxitos del grupo.

“Que sea el 70º aniversario ya dice mucho, pero todavía no hemos llegado a esa sociedad en la que todos los seres humanos seamos iguales y tengamos los mismos derechos. Por eso es el momento de reivindicar precisamente los Derechos Humanos”, explicó a DEIA Francis quien aseguró que asistir a la manifestación y realizar una performance “es lo menos” que podía hacer para que “la gente baile y se divierta”.

Por su parte, Juan Pérez, educador social de Bizitegi, afirmó que hay que cuestionarse en qué “momento estamos en torno a los Derechos Humanos” y cuál es el camino que hay que seguir “para que todo esto deje de ser un sueño y se convierta en una realidad”. “Los Derechos Humanos tienen que empezar a ser una realidad, tienen que dejar de estar únicamente escritos y se tienen que convertir en un proyecto común. Que no sea algo que nos distinga ni nos haga diferentes”, prosiguió.

Todas las personas que acudieron ayer a la manifestación aunaron sus fuerzas porque eran conscientes que “todavía hay mucho que hacer”. Así opinó José Ángel Vivanco, quien además cree que “vamos para atrás en vez de hacia adelante”. Por eso no dudó en acudir junto a dos amigos porque “todos los movimientos sociales hay que apoyarlos”.

“Dignidad efectiva” “Lo primero y lo básico de la sociedad es garantizar la dignidad efectiva del ser humano. Queremos esa sociedad que haga posible esos derechos, no como un sueño, sino como proyecto de algo que es posible y que queremos construir. Cuando miramos hacia nuestra sociedad local como a la sociedad global vemos que estamos muy lejos de cumplir la vigencia de estos derechos. Más aún, se manifiestan retrocesos que aumentan la fragilidad y vulnerabilidad del respeto a la dignidad humana”, expresaron desde Bizitegi.

Tras finalizar el recorrido de la manifestación en Pío Baroja, Beto Snay realizó una sesión de rap, mientras Patxi e Iker se encargaron de tocar la txalaparta. Una reivindicación que se convirtió en una fiesta que unió la fuerza para luchar por un mundo más justo.