Bilbao - A las nueve en punto de la mañana comienza el examen de selectividad en Euskadi. Ha llegado el día marcado en rojo por miles de estudiantes que quieren acceder a la universidad. A muchos de ellos les vale con el cinco raspado. Pero otros muchos van a intentar rascar esa décima que puede determinar el acceso o no a la carrera de su elección. Hoy a partir de las nueve se desvelarán los temas, autores literarios, periodos históricos, traducción o las integrales que han compuesto las quinielas y quitado el sueño a más de uno. Un año más, la suerte está echada.
Quedan por delante cuarenta y ocho horas -72 para quienes se presenten a la fase voluntaria- para demostrar los conocimientos adquiridos en Bachillerato. Y aunque los nervios a veces no dejen ver el bosque, la meta está en la punta de los dedos de la inmensa mayoría, tal y como lo refleja la tasa de aprobados del 98% del año pasado. En definitiva hoy arranca la selectividad o como se llama ahora la Evaluación para el Acceso a la Universidad (EAU), antes conocida como la PAU y décadas atrás, el PREU. Denominaciones distintas para una misma prueba de madurez a la que se han enfrentado generaciones enteras. A la edición de este año se presentarán 10.447 estudiantes que han finalizado Bachillerato y 804 estudiantes de Formación Profesional, un colectivo que cada vez está más interesado en dar el salto a la universidad tras haber completado un Ciclo Formativo de Grado Superior.
En total 11.251 estudiantes harán por tanto la selectividad, un 5,5% más que el año pasado. La Universidad del País Vasco (UPV/EHU), organizadora de la prueba, ha dispuesto un protocolo para que los 260 estudiantes con discapacidad o necesidades especiales puedan realizar la prueba en igualdad de oportunidades que el resto de sus compañeros.
Según los datos facilitados ayer por la institución académica, el alumnado proveniente de Bachillerato que realizará los exámenes en euskera supera en más del doble a los de castellano: 7.337 estudiantes en euskera, frente a los 3.110 que lo harán en castellano. En Formación Profesional, 456 alumnos harán los exámenes en euskera, por los 348 que se examinarán en castellano. Una edición más, se confirma la tendencia de la superior presencia femenina ya que 6.241 son chicas y 5.010 chicos.
El formato de la EAU se mantiene como la edición pasada ya que finalmente no se evaluará la competencia oral del alumnado en inglés. La EAU consta de dos fases: acceso y admisión. La fase de acceso tiene por objeto valorar la capacidad y destrezas básicas que debe alcanzar el alumnado para seguir las enseñanzas universitarias. Consta de cinco ejercicios: Lengua castellana y literatura; Lengua vasca y literatura; Historia de España; Primera Lengua extranjera; y la materia obligatoria de la modalidad de 2º de Bachillerato. Cada una de las materias se puntuará entre 0 y 10 y, como máximo, en esta fase se pueden obtener 10 puntos. Se considerará que un o una estudiante ha superado la prueba cuando haya obtenido una nota igual o mayor a 5 puntos como resultado de la media ponderada del 60% de la nota media de Bachillerato y el 40% de la calificación de la fase de acceso, siempre que esta sea superior o igual a 4 puntos.
La fase de admisión es de carácter voluntario y su objetivo es la evaluación de los conocimientos y la capacidad de razonamiento en unos ámbitos disciplinares concretos relacionados con los estudios que se pretenden cursar. Permite mejorar la calificación obtenida en la fase de acceso. Cada estudiante se podrá examinar de hasta cuatro materias de modalidad de segundo de Bachillerato distinta a la materia elegida en la fase de acceso. En esta fase se podrán obtener un máximo de 4 puntos. Cada materia se calificará entre 0 y 10 y la nota final se obtendrá tomando las dos mejores notas de los exámenes voluntarios, multiplicadas por los parámetros de ponderación, cuyo valor, 0,1, 0,2 o 0,3, fija la universidad en función de la relación de la materia con el grado elegido.