bermeo - Embarcaciones de la flota vasca de bajura se han hecho a la mar para dar comienzo a la pesquería del atún blanco-bonito del norte, campaña que representa una parte importante de los ingresos anuales del sector extractivo de bajura. Dos pesqueros con base en el puerto de Bermeo, Matxaku y Gure Fátima navegan ya por aguas del Atlántico a la caza y captura de los primeros cardúmenes de bonito que nadan infatigables en su ruta migratoria hacia el Golfo de Bizkaia, donde se alimentarán de pequeñas especies pelágicas durante todo el verano. Los arrantzales desconocen lo que les deparará la costera de este año y navegan hacia lo desconocido sin saber dónde ni cuándo se encontrarán con los primeros ejemplares de bonito de la temporada. “El año pasado el bonito entró de lleno en el Cantábrico y casi todas las capturas se produjeron relativamente cerca de nuestras costas. Otros años sin embargo hemos pescado a la altura de Irlanda” explica Iñaki, el patrón del Matxaku antes de hacerse a la mar.
Las campanas de la iglesia juradera de Santa Eufemia despidieron a los arrantzales del Matxaku cuando soltaron amarras y se aprestaron a abandonar el puerto de Bermeo. La perra Zuri fue la última en embarcar en la aventura que llevará a los arrantzales hasta el corazón del Océano Atlántico, cerca de las Azores, tras cientos de millas de interminable singladura. Hace un par de años, este pesquero bermeano de 24 metros de eslora se vio obligado a arribar al archipiélago portugués a causa de una avería. Otro pesquero bermeano, el Gure Fátima zarpó una hora más tarde para completar la avanzadilla de la flota hacia el Atlántico. Ambas embarcaciones se dirigieron a las inmediaciones de San Juan de Gaztelugatxe donde completaron tres giros a babor para pedir al santo que les brinde su protección durante la campaña y les conceda buena pesca. Tras navegar a lo largo de toda la costa cantábrica, las dos embarcaciones que faenan a la pesca de atún blanco-bonito del norte mediante el sistema de curricán o cacea han puesto rumbo sudoeste y comienzan a adentrarse en la inmensidad del océano.
Durante los primeros meses del año, estos arrantzales han participado en la pesquería de verdel, campaña que se desarrolla en aguas próximas a la costa vasca y en la que los pesqueros regresan diariamente a puerto con sus capturas. En la costera de bonito, sin embargo, los arrantzales permanecerán largos periodos sin ver a sus familias y desarrollarán su actividad en un medio hostil a más de 1.000 km de sus hogares. En los próximos días se producirá la salida del resto de la flota con base, principalmente, en los puertos de Bermeo y Hondarribia.
Incremento de cuota El TAC (Total Admisible de Capturas) de atún blanco-bonito del norte para 2018 es de 33.600 toneladas, después de que el ICCAT (Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico) determinara un incremento del 20% tras constatar la buena situación del stock. Además, ICCAT procedió a la aprobación de una regla de control de capturas por la que se establece un TAC constante anual para tres años utilizando unos valores estimados a partir de cada evaluación de stock. Así, se tendrán en cuenta el estado de la biomasa y la mortalidad por pesca en rendimiento máximo sostenible.
La flota que faena bajo pabellón español dispondrá este año de una cuota cercana a las 18.000 tn que permitirá a los arrantzales completar la pesquería con normalidad. Cabe recordar que durante las dos últimas costeras, la flota se vio obligada a interrumpir la pesquería a primeros de octubre tras haber consumido la cuota anual para esta especie.
Los puertos vascos recibieron 6.760 toneladas de bonito en la campaña de pesca de 2017, con un valor en primera venta de 26,3 millones de euros y un precio medio de 3,89 euros/kg. Getaria lideró el capítulo de descargas con un total de 2.856 tn seguida de Hondarribia con 2.072. En Bizkaia, Bermeo recibió 701 tn en tanto que la cofradía de Ondarroa subastó 603 tn.
La campaña de pesca del atún blanco conlleva grandes desplazamientos con el elevado consumo de combustible que ello supone. Los arrantzales se muestran preocupados ante el incremento registrado en el precio del carburante. “Una embarcación de bajura de las que faenan a la pesca de anchoa y bonito, consume más de 200.000 litros de gasoil durante todo el año. Con las últimas subidas en el precio del petróleo estamos pagando el combustible cerca de un 60% más caro que hace tres años” asegura el patrón de un pesquero vasco.
Atún rojo Conforme finaliza la primavera y se produce el calentamiento de las aguas del Golfo de Bizkaia, los arrantzales comienzan a localizar cardúmenes de atún rojo-cimarrón. Las posibilidades de pesca de esta especie han registrado un incremento cercano al 18% con un total de 28.200 tn para este año frente a las 23.655 tn del 2017. Así, ICCAT aprobó un incremento gradual del TAC hasta alcanzar las 36.000 tn en 2020. La cuota correspondiente a la flota vasca para este año ronda las 900 toneladas y las cofradías vascas han decidido vender el 82% de esa cantidad a empresas que explotan granjas de engorde de atún rojo en aguas del Mediterráneo. El 18% restante será capturado por los arrantzales en aguas del Golfo de Bizkaia, del orden de 4.000 kilos por embarcación. “No nos gusta vender nuestra cuota de atún rojo pero económicamente es la mejor opción para la flota y no estamos en condiciones de rechazar ofertas ventajosas como ésta”, argumentan fuentes del sector de bajura.
El año pasado, los puertos vascos recibieron 793 toneladas de cimarrón destacando Getaria y Hondarribia con 377 y 370 tn respectivamente. “El año pasado nos pagaron el kilo de cimarrón en lonja a una media ligeramente por encima de los 5 euros. La oferta que hemos recibido de las empresas de engorde es notablemente superior. Sólo hay que hacer números”. No se trata de la primera ocasión en la que las cofradías vascas deciden vender su cuota de atún rojo. En 2012 vendieron el 70% y en los tres años posteriores la transacción afectó a la totalidad de la cuota.
cuota de anchoa Mientras los barcos de la flota de cacea inician la pesquería de bonito, el grueso de la flota vasca continúa faenando a la pesca de anchoa. Tras las capturas registradas en los últimos días, restan aproximadamente 4.000 tn para completar la cuota correspondiente al primer semestre del año. Las posibilidades de pesca de anchoa para la flota de pabellón español alcanzan las 25.000 tn, de las que un 10% se reservan para el segundo semestre del año.
Durante los últimos días los puertos vascos han recibido descargas de anchoa joven cuya cotización en lonja se ha situado por debajo del euro. Las aguas del Golfo de Bizkaia registran la presencia de importantes cardúmenes de anchoa joven. Ante esta situación y para evitar la captura de ese pescado, la flota vasca se desplazó hasta aguas de Asturias a la captura de anchoa adulta. “Nosotros queremos pescar anchoa grande, pero lo cierto es que en nuestras aguas sólo encontramos pescado pequeño” explicaba el patrón de un cerquero vasco.