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Olite amanece de luto tras la muerte de tres de sus vecinos en un parricidio

El parricidio causa una gran consternación, ya que era una familia muy conocida en la localidad

Olite amanece de luto tras la muerte de tres de sus vecinos en un parricidioJavier Bergasa

Olite - El fatal suceso ocurrido ayer en Olite, donde un hombre de 47 años, Ciriaco Casanova, mató a su padre, Valeriano Casanova, de 81 años, y a su madre, Pili Ovejas, de 72 años, para posteriormente quitarse la vida, dejó a una familia completamente rota y sumida en el dolor más absoluto y a un pueblo consternado. Los familiares de las víctimas tuvieron que recibir asistencia psicológica para afrontar el traumático trance.

El matrimonio era muy conocido y querido en Olite. “Era una gente excepcional, muy querida en el pueblo. Lo que ha ocurrido ha sido una desgracia. Estamos todos conmocionados”, explicaban sus allegados. “De Olite de toda la vida”, como subrayaron sus vecinos. La pareja tenía cuatro hijos en común, incluido el presunto parricida. El estado de salud de los tres integrantes de la familia era delicado, según los vecinos. El padre sufría de Alzhéimer, la mujer tenía la movilidad reducida y el hijo sufriría al parecer depresión.

Según informaron fuentes del Gobierno de Nafarroa, el suceso tuvo lugar sobre las 18.00 horas en la calle Tafalla de la localidad navarra, en un domicilio familiar donde murieron “de forma violenta”, según fuentes de la investigación, el padre y el hijo, este último al parecer tras quitarse la vida. La madre fue evacuada en el helicóptero medicalizado del SOS-Navarra al Complejo Hospitalario de Navarra, con pronóstico muy grave, pero falleció al poco de ingresar debido a la gravedad de sus heridas.

Hasta la urbanización de la calle Tafalla de Olite, donde vivían el conocido matrimonio, se acercó el alcalde, Andoni Lacarra, con el objeto de “arropar a la familiar en lo que se pueda”, según declaró a la agencia Efe. El primer edil reconoció que el pueblo está “consternado”. “Olite es un municipio tranquilo, no estamos acostumbrados a este tipo de sucesos, no nos lo podemos creer”, señaló una y otra vez sin encontrar más palabras para explicar lo sucedido. En estos momentos, añadió, lo que hay que hacer es “respetar su dolor. Nada más que decir más allá del pésame”, concluyó Lacarra.

Los vecinos no oyeron nada Por su parte, los vecinos no salían de su asombro por lo sucedido en el número 3 de esa calle Tafalla. Y es que según relataron los propios residentes en los domicilios contiguos, nadie oyó nada. “Mi madre vive en la casa de arriba y dice que no escuchó ninguna discusión”, relató su mujer, quien explicó además que “solía bajar a menudo a visitar al matrimonio”, con quien tenía bastante relación, “de hecho había estado con ellos el día de antes, pero justo ayer no bajó”, relató, aliviada.

“Es muy buena gente. Una familia estupenda. Es una pena lo que ha ocurrido”, señalaba otra vecina de forma paralela.