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Las extracciones de sangre duelen más en el brazo que en la muñeca

Según un estudio de investigadores de la UPV con 820 pacientes de los hospitales de Galdakao y Basurto

Las extracciones de sangre duelen más en el brazo que en la muñecaFoto: UPV/EHU

Bilbao - ¿Dónde prefiere que le pinchen para sacarle sangre? ¿En el brazo o en la muñeca? Aunque a vuela pluma, casi todo el mundo se inclinaría por la zona más recurrente, el brazo, no parece la más indicada. Investigadores de la Universidad del País Vasco detectaron que el dolor percibido al extraer sangre arterial en el brazo es mayor que en la muñeca. Y concluyen que colocar un catéter venoso duele menos.

Según una investigación del grupo de trabajo de Enfermería Diasure, realizado a 820 pacientes de entre 18 y 85 años que acudieron a los servicios de Urgencia de los hospitales vizcaínos de Galdakao-Usansolo y Universitario de Basurto, las extracciones de sangre arterial para gasometría provocan un dolor moderado y las colocaciones de catéteres venosos periféricos un dolor leve.

El trabajo, liderado por los investigadores de la UPV/EHU Sendoa Ballesteros, Gorka Vallejo e Irrin-tzi Fernández, analiza la percepción del dolor para mejorar la toma de decisiones ante una intervención sanitaria y mitigar el efecto doloroso de las principales técnicas de enfermería en los servicios de urgencias. El dolor está considerado como el quinto signo vital y, junto con la temperatura corporal, el pulso, la presión sanguínea y la frecuencia respiratoria, es uno de los signos vitales que son tenidos en cuenta en una primera exploración sanitaria.

Dado que el dolor, al ser un factor subjetivo, es muy difícil de medir, el equipo de investigación optó por preguntar abiertamente a las personas para valorar el dolor iatrogénico (el derivado de la atención sanitaria) que, en general, suele estar infravalorado, según los investigadores. El dolor fue cuantificado durante el estudio mediante la aplicación del Numeric Pain Rating Scale (NRS-11), que otorga un valor entre el 0 y el 10 al dolor autopercibido, teniendo en cuenta que dolores superiores a la escala 3 no deberían ser aceptados.

variaciones Las inserciones de catéteres en vena tuvieron una puntuación de 2,8 en la escala NRS-11, y las gasometrías fueron percibidas como más dolorosas, con un 3,6 en la misma escala. El nivel de dolor iatrogénico se asoció a la dificultad técnica media o alta del procedimiento, a la elección de la arteria humeral en lugar de la radial en las gasometrías y se correlacionó con el dolor basal en las venopunciones.

Sendoa Ballesteros explicó que “existen diferencias” según la dificultad de la técnica sanitaria empleada (inserción de catéter o extracción de sangre arterial) y localización de la punción (muñeca o la altura de la flexura del codo o fosa antecubital). Así, es más dolorosa la gasometría cuando se realiza sobre la arteria humeral a su paso por la fosa antecubital que sobre la arteria radial en la muñeca. Esta diferencia puede explicarse, según los investigadores, porque en la anatomía humana la arteria humeral está en un nivel más profundo que la radial.

Otras variables, como el sexo, la edad o la procedencia no influyen en la percepción de la intensidad del dolor y tampoco el calibre de la aguja empleada parece afectar, “aunque es verdad que los resultados pueden variar dependiendo de la experiencia que tenga la persona encargada de realizar la punción”, resaltó Ballesteros.

El artículo científico señala que “un mayor conocimiento de los efectos dolorosos derivados de cada procedimiento de enfermería durante la asistencia en urgencias y de los factores que se asocian a la autopercepción del mismo podría ayudar a determinar cuándo y cómo debería intervenirse para mitigar este efecto indeseado”. - DEIA