donostia - El mar se volvió a cobrar una vida ayer en Gipuzkoa. Fue en Zarautz, donde una vecina de 90 años fue arrastrada por el oleaje tras caer desde unas escaleras junto al agua. Los servicios de emergencia actuaron con rapidez y pudieron rescatarla en la zona de la playa, donde trataron de reanimarla. Sin éxito. La anciana murió ahogada. Poco después de las 20.00 horas, se certificaba su fallecimiento, causando una honda conmoción en Zarautz, donde residía. Y son ya tres las vidas que se ha cobrado el mar en Gipuzkoa este mes de enero. Cuatro en los últimos 37 días.
Según informó el Departamento de Seguridad del Gobierno Vasco, la mujer “se precipitó desde unas escaleras al mar”, en la zona de Narros, donde termina el paseo del Malecón, en el extremo de la salida hacia Getaria. Era ya de noche y había niebla. Su identificación se produjo enseguida. Era una persona conocida y vivía en el mismo pueblo, en el barrio de Santa Marina. Pronto varios familiares se dieron cita en el lugar de los hechos.
Según pudo saber este periódico, algunos testigos vieron a la mujer bajando por su propio pie las escaleras que conducen a un soportal que se encuentra en la misma orilla del mar. Sin embargo, a diferencia del temporal que causó daños importantes los días previos, ayer no había un oleaje excesivamente fuerte en Zarautz y “varias personas paseaban con tranquilidad” sin ningún tipo de restricción por el Malecón, muy cerca de donde la mujer se precipitó al agua.
De hecho, no había avisos de riesgo por impacto en la costa y la dirección de atención de emergencias y meteorología del Gobierno Vasco había dado por finalizado el aviso amarillo por riesgo para la navegación. Las olas a esa hora -la mujer cayó al agua hacia las 19.00 horas- eran de entre 2,5 y 3 metros, normales en esta época del año, y a lo largo de la jornada la altura máxima registrada en Gipuzkoa había sido de 3,9 metros en Pasaia. Aún así, la caída al agua y la avanzada edad de la víctima, impidieron que esta pudiera salir por sus propios medios.
otros casos Nada que ver con el caso ocurrido el 3 de enero entre Deba y Mutriku, cuando una gran ola arrastró a dos personas que caminaban por un espigón, junto a la playa de Ondarbeltz, completamente expuesto al mar.