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La epidemia de heroína aún no afecta a Euskadi

Los expertos no descartan su llegada ante el repunte en EuropaEn USA, las sobredosis son ya una crisis de salud

La epidemia de heroína aún no afecta a EuskadiAlkorta

bilbao - El resurgimiento del consumo de heroína en Estados Unidos amenaza con extenderse en Europa, según la Federación de las Comunidades Terapéuticas. Los expertos afirman que en Estados Unidos las sobredosis han adquirido el rango de “epidemia” y que en Europa se detecta un incremento preocupante del consumo. Sin embargo, Euskadi parece todavía ajena a este fenómeno. Rafael Cortés, responsable del Área de Asistencia de la Fundación Gizakia, asegura que “puede ser que llegue aquí ese repunte, pero, honestamente, a día de hoy aún no lo hemos detectado más allá de casos puntuales de jóvenes que consumen heroína fumada”. Cortés admite, no obstante, que “los centros de tratamiento recibimos las demandas con años de retraso porque desde que una persona empieza a consumir hasta que pide tratamiento existe un desfase temporal”.

Ai Laket, agrupación de usuarios de drogas por la reducción de riesgos, afirma que los datos disponibles desmienten las hipótesis sobre el “regreso silencioso” de la heroína. “La heroína y su consumo se mantiene estable. No parece tener reflejo el aumento de los decomisos con el aumento del consumo”, señalan aludiendo a datos del informe Euskadi y Drogas que data de 2012.

Sin embargo, es la propia Agencia Europea sobre Drogas (OEDT) la que alerta sobre el peligro de “un efecto dominó” provocado por la entrada de la heroína procedente de Afganistán, que desarrolla una producción masiva a precios muy asequibles. “La heroína sigue siendo la droga que mata a más personas y este resurgimiento se debe abordar con urgencia”, subraya el director de la Oficina de la ONU contra la Droga y el Delito, Yuri Fedotov.

La DEA también destaca el “abuso” de la heroína y otras drogas opiáceas como “una crisis que aflige” a EE.UU., y pone como ejemplo el aumento exponencial de casos registrados de consumo de heroína en 2007 (161.000) que se multiplicaron por tres en 2014 (435.000). En cuanto a las muertes relacionadas con la heroína, el informe indicó que también se triplicaron, aunque en este caso en un período incluso inferior de tiempo, ya que pasaron de 3.036 en 2010 a 10.574 en 2014.

“Tendemos a utilizar demasiado expresiones como sin precedentes y terrorífico, pero la muerte y destrucción relacionados con la heroína y los opiáceos sí es terrorífica y sin precedentes”, apuntó el administrador en funciones de la DEA, Chuck Rosenberg.

Desde ámbitos policiales y judiciales constatan asimismo que durante un tiempo, el consumo de heroína bajó mucho con respecto al de la década de los noventa, pero en los últimos dos o tres años afirman que se está notando un repunte notable. De cualquier modo, admiten que quizá este retorno aún no ha incidido en las estadísticas de consumo, “pero si no se toman las medidas pertinentes, la heroína volverá a ser un grave problema de la salud pública, como fue en los años ochenta”. Se refieren así a toda una generación perdida de jóvenes enganchados al caballo. Entonces, los estragos causados por esta droga dejaron en la cuneta a miles de personas que pagaron un precio dramático por esta adicción. Y es que cuando la heroína parecía una droga del pasado y asociada a los jóvenes de los años 80, ha vuelto aparecer. Sin embargo el perfil del drogadicto ha cambiado, la heroína ahora no se inyecta, se fuma.