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Mueren dos personas por causas naturales en el Boulevard de Donostia

Una mujer falleció en un cajero y un hombre perdió la vida a escasos veinte metros de la primera

Mueren dos personas por causas naturales en el Boulevard de DonostiaFoto: Javi Colmenero

Donostia - Dos personas perdieron ayer la vida en mitad del Boulevard donostiarra, en el día grande de la ciudad. A las 6.30 horas de la mañana, Yoli falleció en el cajero de Caja Laboral. Pero es que a escasos veinte metros del lugar, seis horas más tarde y durante la Tamborrada Infantil, otro indigente murió, presuntamente por un atragantamiento. En ninguna de las dos muertes hubo violencia de por medio.

El drama convivió ayer con la fiesta, aunque quien se llevó la peor parte fue el grupo de indigentes que se aposenta diariamente en los bancos contiguos al quiosco del Boulevard. El color negro tiñó las horas para este colectivo de cerca de quince personas. Stan, un habitual de la zona, se llevo el peor mazazo porque Yoli, la mujer fallecida en el cajero, era su mujer. Con la marcha de fondo, este hombre no pudo reprimir una hilera de lágrimas amargas. “Yoli está muerta”, repetía, como para asimilarlo, sentado en su banco de siempre.

Su tragedia empezó a las 6.30 de la madrugada. “Ella siempre tenía frío por las noches y yo le tapaba con la manta”, relató, señalando una manta térmica dorada que tenía doblada sobre su atillo. La noche del martes estaban también acompañados de otro compañero. “Ella tenía la cabeza apoyada sobre mi pierna y tenía el aliento caliente”, recordaba Stan. Sin embargo, una vez que él y su compañero se despertaron, trataron de hacerle salir del sueño, pero “estaba muerta”, lamentó en voz alta. Fue en aquel momento cuando avisaron a una ambulancia que acudió al lugar junto con la Policía Municipal. Una vez que llegaron las dotaciones, solo pudieron levantar su cadáver.

Yoli era una irundarra de 50 años, que llevaba cinco años compartiendo esta vida con Stan, un hombre procedente de la República Checa, afincado en Donostia desde los 90. Otros de los sin techo que apoyaron ayer a Stan revelaron que Yoli “estaba enferma” y tenía “problemas con el alcohol”.

A tan solo veinte metros del cajero, y de los bancos que son el hogar de estos indigentes, también murió ayer otro hombre. El grupo de Stan afirmó que no lo conocían. No obstante, destacaron que estuvo un rato sentado con ellos. Al usar los urinarios públicos, se sintió indispuesto y se desvaneció. Según fuentes del ayuntamiento, podría haber muerto por atragantamiento, pues los sanitarios que acudieron inmediatamente para intentar reanimarlo, extrajeron un trozo de comida de su garganta.