Donostia - Fueron a pasárselo bien; a despedir la soltería de uno de sus amigos, Iñigo, y la tragedia se cebó con ellos. Pablo Etxezarreta, un joven donostiarra de 32 años perdió la vida el sábado por la mañana en Salamanca. Lo encontraron sus propios amigos en la cama de un céntrico albergue en el que se alojaban. Fueron a despertarle y no reaccionaba. Había fallecido como consecuencia de un fallo multiorgánico, según determinó la autopsia que le fue realizada ayer por la mañana en Salamanca, a donde sus padres, su hermana y su novia, Olatz, se desplazaron en cuanto conocieron la noticia el mismo sábado. El grupo de amigos ya se encontraba ayer en Donostia.

Están rotos. A la pérdida de un ser querido se le suma que la muerte se ha producido en circunstancias dramáticas y con incógnitas por resolver. El periódico La Gaceta de Salamanca publicaba en su edición de ayer que el joven “murió intoxicado por drogas”. Este medio de comunicación, que citaba “fuentes del caso”, afirmó en su sección de Sucesos que según declaraciones recogidas por los agentes de la Policía Nacional, algunos jóvenes de este grupo habían adquirido “cocaína y speed en el norte del país y las trajeron consigo para la fiesta de Salamanca”.

La versión oficial es más prudente. Según informó ayer por la tarde el subdelegado del Gobierno en Salamanca, Javier Roldán, a este periódico la muerte por intoxicación de drogas no es más que “una posibilidad que se está investigando y lo demás son conjeturas con mayor o menor grado de veracidad”. Según Roldán, ya han sido remitidos al Juzgado de Guardia de Salamanca el informe forense y los análisis toxicológicos.

El subdelegado informó de que la expedición donostiarra estaba compuesta por 24 jóvenes que llegaron el viernes a la ciudad castellanoleonesa y se hospedaron en un albergue de la céntrica calle Escoto. Y añadió, además, que durante la madrugada del sábado otros cuatro miembros del mismo grupo acudieron por su propio pie al Hospital Clínico de Salamanca al sentirse mal. “Primero fueron dos y luego otros dos”, aclaró. “A dos se les ingresó -ya están en casa- y se quedaron en observación, tras la realización de diferentes pruebas”. El motivo de la hospitalización, según precisó el subdelegado del Gobierno, es que los “datos de los resultados obtenidos no se correspondían con valores de sangre normales”; y a los otros dos se les dejó ir con normalidad.

Unas horas antes -el viernes por la tarde-, según informaba La Gaceta de Salamanca, algunos amigos habían llevado a la víctima al albergue para descansar al sentirse indispuesto. Pablo no se sentía en condiciones de continuar con sus amigos. Por la mañana, a las 10.00 horas, llegó el mazazo. Fueron a despertarle, pero su amigo no respondía.

Según informó el subdelegado del Gobierno en Salamanca a este periódico, los responsables del albergue llamaron al 112 y una ambulancia de Sacyl (Servicio de Salud de Castilla y León) se trasladó rápidamente al lugar. Pablo había muerto. La expedición de amigos tenía programadas varias actividades e iban a regresar ayer domingo a Donostia.