GASTEIZ. El objetivo de que las mujeres embarazadas se vacunen contra la tos ferina entre las semanas 27 y 36 de gestación es proteger de forma más eficaz contra esta enfermedad a los recién nacidos, dado que en este momento se ha detectado un aumento de la tos ferina en países con altas coberturas de vacunación, como es el caso de Euskadi.

La incidencia de la tos ferina en Euskadi se ha elevado hasta alcanzar los 16 casos por 100.000 habitantes en 2012 y el grupo de edad más afectado son los menores de un año.

Teniendo en cuenta esta situación epidemiológica, que también se da en el resto de España, el Departamento de Salud ha decidido recomendar la vacunación contra la tos ferina a embarazadas y ha destacado que se trata de una vacuna segura en el embarazo, ha explicado el Gobierno vasco en una comunicado.

Durante el embarazo, a partir de la semana 30 de gestación se produce la transferencia de anticuerpos protectores a través de la placenta al feto, por lo que la vacunación frente a la tos ferina durante el tercer trimestre garantiza el paso de una mayor concentración de anticuerpos protectores al bebé en el momento más cercano al nacimiento.

Tal y como indica el calendario vacunal infantil, la vacuna de la tos ferina se suministra a los niños a los 2 meses de nacer, a los 4 meses, a los 6 y a los 18 meses, completándose la cobertura con una última dosis a los 6 años.

El Departamento de Salud ha recordado que las vacunas son la herramienta más eficaz de prevención de enfermedades de manera individual y colectiva, y ha destacado su apuesta por mantener un buen calendario de vacunación en Euskadi que garantice la prevención de enfermedades y la equidad.

El Gobierno vasco ha recordado que Euskadi tiene una de las mejores coberturas de vacunación a nivel estatal y europeo, por encima del 90 % y superior al 95 % en las vacunas más importantes, como difteria, tétanos, tos ferina, poliomielitis, heamophillus influenzae b y hepatitis B.

Estos datos se reflejan en los impactos en salud, ya que en Euskadi hay una incidencia muy baja de la mayoría de las enfermedades que se vacunan.