Huesca - El cuerpo del esquiador vizcaino de travesía que ayer quedó sepultado bajo un alud en Candanchú fue encontrado sin vida por efectivos del grupo de rescate de la Guardia Civil y personal de la estación que consiguieron llegar a la zona con ayuda de máquinas quitanieves, a pesar del alto riesgo que existía de aludes y ventiscas. De hecho, las estaciones de esquí de Astún, Candanchú, Formigal y Panticosa del Pirineo oscense no pudieron ayer abrir sus puertas por el temporal de nieve.
El fallecido, E. B. T., vecino de Elorrio y natural de Portugalete, de 39 años, quedó sepultado a primera hora de la tarde del sábado por una avalancha de nieve en la zona de Rinconada en Candanchú, que se encontraba cerrada al público, cuando realizaba esquí de travesía. Junto al fallecido iba un compañero, F. M. L. M., vecino de Areatza, de 47 años, que también quedó atrapado y que pudo ser rescatado aunque con evidetnes signos de hipotermia.
El teniente coronel jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de Huesca, Vicente Reig, y la subdelegada del Gobierno en esta provincia, Teresa Lacruz, confirmaron en rueda de prensa el hallazgo del cadáver.
Reig explicó que ninguno de los dos esquiadores llevaba consigo geolocalizadores y que el alud se produjo en una zona “cerrada” de Candanchú, aunque el monte es “público”, añadió. En la zona en la que se produjo el alud, la nieve dejó tres metros de espesor y el cuerpo apareció a 40 metros de distancia de donde se produjo la avalancha.
En total más de veinte personas han fallecido por aludes en los últimos diez años en las montañas del Estado español. El accidente más grave ocurrió el 4 de enero de 2008 y le costó la vida a tres esquiadores españoles. Iñigo Enrique Zurita Goñi, Daniel Osambela Echeverría y Miguel Angel Rodríguez, quedaron sepultados por un alud en la estación de esquí de Formigal, cuando esquiaban fuera de las pistas aquel 4 de enero.
Tres meses después, el 3 de abril de 2008, otros dos esquiadores murieron también atrapados por una alud de nieve ocurrido en la montaña de Tesol, municipio de Alt Aneu, cerca del puerto ilerdense de la Bonaigua , cuando esquiaban junto a otra persona que sobrevivió. - Efe