bermeo. La rotura de dos grandes tramos en dos de los espigones que protegen el puerto de Bermeo propició ayer que se produjeran numerosos daños en la villa costera pero, sobre todo, que se creara una situación de alarma ante la pleamar de la tarde. Finalmente no hubo que lamentar más desperfectos gracias a las labores que se llevaron a cabo durante la mañana para reforzar el rompeolas y a que la altura de las olas descendió de manera destacada durante el día.

Afortunadamente, no hubo que lamentar ninguna desgracia personal durante la jornada. No obstante, un trabajador de una de las lonjas de la zona de Frantxua, que quedaron a merced de las olas tras derrumbarse un tramo de cincuenta metros de espigón, permaneció aislado durante algunas horas al anegar el agua el local en el que se encontraba trabajando.

Tanto este empleado como el resto de la localidad se vieron sorprendidos por la virulencia de la mar. Si bien había sido convenientemente anunciada, nadie esperaba que el espigón se llegase a partir. Y menos con tanta rapidez ya que, según los vecinos, se vino abajo sobre las 05.30 horas de la mañana. Primero el de Frantxua y más tarde el que guarda el puerto interior, con un boquete de unos 20 metros por el que las olas se colaron llegando a hundir ocho embarcaciones y produciendo daños en varios pantalanes.

En un primer análisis de los desperfectos, la alcaldesa de Bermeo, Idurre Bideguren, amplió los daños al espigón exterior, mobiliario urbano y "otras zonas costeras más allá del puerto, como Aritzatxu, Arribola o San Juan de Gaztelugatxe, cuyo acceso está cerrado al caer una parte de las escaleras", añadió.

Los boquetes en los rompeolas dejaron "la puerta abierta al mar", como expresó la primera edil bermeotarra, por lo que los esfuerzos de las autoridades se centraron durante la mañana en tratar de cerrar, a contrarreloj, la herida abierta. "La cercanía de las obras de la variante ha facilitado que la empresa que las ejecuta haya trasladado con rapidez varias excavadoras y grúas y estamos tratando, en la medida de los posible, de taponar el hueco. Aunque sabemos que se va a volver a inundar", explicó la directora de Infraestructuras del Gobierno vasco, Almudena Ruiz de Angulo.

lehendakari Hasta el puerto bermeotarra acudió el lehendakari Iñigo Urkullu que, tras ser debidamente informado de la situación, advirtió de la importancia de que la gente "respete las medidas preventivas". La mar, dijo Urkullu, "puede ser espectacular, pero igual que hacen los arrantzales, en estos casos hay que resguardarse y no asumir riesgos". Junto al lehendakari, también estuvieron la consejera de Seguridad, Estefanía Beltrán de Heredia, el portavoz del Gobierno, Josu Erkoreka, o el diputado general, José Luis Bilbao, entre otras autoridades.

En las labores de reparación y de prevención colaboraron varias dotaciones de bomberos, Protección Civil, Ertzaintza, Policía Municipal, Cruz Roja y la Dirección de Puertos, que coordinaron a los trabajadores que operaron con la maquinaria. Los bomberos trataron de rescatar la decena de pequeñas embarcaciones que se hundieron en el puerto interior, aunque debieron dejarlo por la falta de grúas adecuadas.

Aunque la tarde se presentaba incierta por la desprotección en la que se encontraba el puerto ante la pleamar de las 18.40 horas, la escollera pudo frenar el ímpetu de unas olas que alcanzaron menos altura que doce horas antes, impidiendo mayores desperfectos. Aun así, no evitó que el agua anegase la zona peatonal hasta el puerto viejo.

Como medida preventiva, esta había sido cerrada a las 16.30 horas, al igual que los bares cercanos. Finalmente, el agua no alcanzó las tabernas como sí había ocurrido en la pleamar de la madrugada. Por todo ello, la tarde se convirtió en un espectáculo sin riesgo para los cientos de personas que se agolparon en las atalayas del municipio y en la carretera de entrada desde Mundaka, cámara en mano.

Reparaciones, desde hoy Las autoridades avanzaron que hoy mismo, "a primera hora", comenzarán los trabajos para reparar ambas roturas en los diques. "En el último temporal ya vimos que había que hacerlo y se estaba tramitando esta reparación. Desde la cantera de Markina se traerán bloques para reforzar la escollera", indicó Almudena Ruiz de Angulo. La directora de Infraestructuras del Gobierno vasco subrayó la colaboración del Puerto de Bilbao, que facilitó escolleras de nueve toneladas para taponar el muelle exterior con vistas a afrontar lo mejor posible la pleamar vespertina. Sin embargo, no hubo tiempo material para trasladarlas.

La alcaldesa de Bermeo, por su parte, agradeció el apoyo de las instituciones y, al igual que sucediera en el incendio que sufrió la villa costera el pasado mes de abril, pidió a todos que se "trabaje de manera coordinada". Bideguren avanzó que el Ayuntamiento de la localidad hará el informe de los daños que después deberán evaluar la Dirección de Puertos, Demarcación de Costas y la Diputación Foral de Bizkaia.