BILBAO. La Comisión Europea ha planteado recientemente un conjunto de medidas para endurecer la posesión y la venta de armas de fuego en la Unión Europea (UE), que incluye la creación de un mecanismo de control con números de serie. El objetivo final, dicen, es reducir la violencia armada y evitar que acaben en el mercado ilegal. "Tenemos mucho trabajo que hacer en Europa para asegurarnos de que las pistolas, rifles y armas de asalto no terminan en manos de criminales", indicó la comisaria europea del Interior, Cecilia Malmstrom.
Precisamente, a finales de octubre la Ertzaintza detenía en Bilbao a dos personas por su presunta implicación en los delitos de tenencia y tráfico de armas. Los agentes se incautaron de dos armas de fuego semiautomáticas y munición que iban a ser vendidos en el mercado clandestino. El precio medio oscila entre 500 y 1.500 euros, dependiendo del tipo de arma que sea y, sobre todo, de cuál sea su pasado; si están limpias o no. En este caso pertenecían a una tercera persona que se había citado con el detenido con intención de recoger el dinero obtenido por su venta.
En cualquier caso, y a pesar de lo inquietante del suceso, fuentes del Departamento de Seguridad consultadas por este periódico reconocían que "en general, las armas de fuego son poco utilizadas en Euskadi. La mayoría de los delitos en los que los delincuentes han utilizado armas de fuego cortas [pistolas y revólveres] han sido en atracos, y casi siempre son armas simuladas", describían, como les ocurrió a dos jóvenes de 20 y 24 años detenidos hace ahora un año en Getxo tras asaltar un estanco, uno de los locales preferidos por los ladrones debido a la falta de vigilancia y la posibilidad de obtener un botín rápido.
Así pues, a simple vista, las calles y plazas vascas parecen más seguras que otras de la vieja Europa. En términos estadísticos, de los 26 asesinatos y homicidios contabilizados por la Ertzaintza durante los dos últimos años, únicamente tres personas perdieron la vida por heridas de bala. En concreto, el 2 de julio de 2012 un varón de origen suramericano que fue abandonado a las puertas del hospital de Basurto con un disparo en el abdomen; el pasado 29 de septiembre en Eibar, cuando se halló en el monte el cuerpo sin vida de otro varón con disparos de escopeta; y este 1 de diciembre, un joven tiroteado en un bar de Bilbao. Los presuntos autores de los dos primeros asesinatos fueron detenidos, y el sospechoso del último está identificado y en busca y captura.
¿Inutilizadas? Las armas de verdad empleadas en la comisión de estos delitos suelen proceder de robos perpetrados en armerías -las más cotizadas ya que no tienen pasado- o revólveres y pistolas inutilizadas mediante el fresado de algunas de sus piezas y que alguien con los conocimientos suficientes devuelve al mercado sustituyendo esos fragmentos. No en vano, en el caso más reciente, las investigaciones no descartan que el asesinato fuera cometido con un arma casera.
En el otro extremo, el de los robos (ya sean en armerías o a particulares) podría encuadrarse otro suceso ocurrido más recientemente, este pasado día 11, cuando agentes de la Ertzaintza, en el transcurso de una intervención rutinaria tras un altercado en un bar de Erandio, decomisaron a un varón un revólver del calibre 38 para el que no tenía permiso. Como consecuencia de este hallazgo descubierto en el cache preventivo, el detenido tendrá que afrontar también la comisión de un delito de tenencia ilícita de armas.
Es por eso que la Comisión Europea ha planteado un paquete de iniciativas que abarcarían todo el ciclo de vida de las armas: desde la fabricación y su comercialización, pasando por la tenencia, el almacenamiento y la desactivación. Así, por ejemplo, propone que las armas de fuego lleven números de serie para que los modelos que queden fuera de uso puedan ser rastreados y no vayan a parar al comercio ilegal.
CONCESIÓN DE LICENCIAS Además, con el fin de establecer un mayor control sobre la posesión de las armas, propone revisar los procedimientos para la concesión de licencias. Otras medidas incluyen el refuerzo de la cooperación transfronteriza en las aduanas y la gestión de los arsenales de armas de guerra para evitar el desvío de armas de fuego a otros países. También se hace hincapié en la necesidad de combatir el comercio de armas en internet y su entrega ilegal mediante los servicios postales, así como la impresión de piezas de armamento en 3D, que han proliferado con las nuevas tecnologías.
Y para hacer más efectivo el combate contra las armas, la Comisión propone establecer sanciones penales comunes, de manera que no existan lagunas jurídicas en ninguno de los Veintiocho. El Ejecutivo comunitario ha dejado bien claro que el nuevo enfoque no pretende interferir en "la fuerte tradición de uso de armas de fuego, como ocurre en el tiro deportivo o en la caza". Según Bruselas, en la actualidad hay unos 80 millones de armas de fuego legales en la UE, mientras que no hay datos precisos sobre el comercio ilegal.
Eso sí, casi medio millón de armas de fuego que son extraviadas o robadas en la UE están en paradero desconocido, la gran mayoría armas de fuego civiles, según datos del Sistema de Información de Schengen. A nivel mundial, se estima que entre un 10 y un 20 % de las armas de fuego legales van a parar al comercio ilegal, y que terminan vinculadas a la comisión de delitos graves, como el tráfico de drogas, la trata de personas y la corrupción. Las ideas presentadas por la Comisión serán ahora debatidas con los Estados miembros, el Parlamento Europeo y las partes interesadas para evaluar las diferentes opciones, incluida la posibilidad de elaborar una normativa específica.