Donostia. Los primeros informes que dispone el Ayuntamiento sobre el desprendimiento de piedras del Paseo Nuevo que el pasado miércoles causó la muerte al joven donostiarra Mikel Arzak apuntan a las abundantes lluvias como causa principal del derrumbe. Asimismo, según las primeras pesquisas que manejan los técnicos municipales, las obras de sujeción del talud que se estaban desarrollando en el lugar del siniestro no influyeron en la caída de las rocas, tal y como ya avanzó el mismo día del siniestro a este periódico Patxi Usabiaga, propietario de Grúas Usabiaga, empresa empleada en el lugar.

"La caída de las piedras no la produjeron los trabajos para evitar desprendimientos que se están llevando a cabo en la zona. Al contrario, el desprendimiento se habría producido a causa de las fuertes lluvias registradas los días previos", informó ayer el Ayuntamiento, si bien la investigación seguirá su curso en las próximas semanas.

Fuentes municipales señalaron que la empresa Euroestudios, especializada en la elaboración de informes geotécnicos y responsable de la realización del proyecto de sostenimiento de la ladera del monte Urgull, ha llevado a cabo un primer estudio del que se desprende que "las actuaciones que se están realizando" en la ladera del monte "evitarán este tipo de caídas".

Todo esto coincide con las declaraciones efectuadas el día después del suceso por el alcalde de Donostia, Juan Karlos Izagirre, quien aseguró que las obras que se estaban llevando a cabo en la ladera cumplían "a rajatabla" con todas las medidas de seguridad requeridas.

Una de las principales incógnitas desde que ocurrió el fatal suceso se ha centrado en determinar si los trabajos de contención de tierras que se estaban desarrollando a la altura de la Sociedad Fotográfica influyeron o no en el corrimiento de tierras.

Aunque los primeros informes aseguran que no, el Juzgado de Instrucción nº 2 de Donostia solicitó ayer a la Ertzaintza que continúe las investigaciones iniciadas por la Guardia Municipal, al entender que esta, al depender del Ayuntamiento, podría resultar parte interesada en la misma.

trabajos desde junio Tal y como se recoge en el informe municipal hecho público ayer, la ladera en la que se desprendieron las rocas que provocaron la muerte del joven donostiarra Mikel Arzak, de 20 años, es un área en la que "durante muchos años" el deslizamiento de piedras ha sido "habitual". Es por ello, que el Consistorio, a fin de disminuir el riesgo para los viandantes y vehículos, lleva meses realizando "importantes trabajos" en el monte Urgull.

Concretamente, después de que a finales del pasado noviembre un gran bloque de piedra de seis metros cúbicos se desprendiera de la ladera y cayera en la carretera sin causar heridos, el Ayuntamiento decidió encargar un informe preliminar a Euroestudios para conocer el estado en el que se encontraba la ladera. Ya entonces, esta ingeniería determinó que "era de esperar" que se produjeran "nuevas caídas de bloques, aunque de menor tamaño". "Lo más probable es que se produzcan caídas de bloques que queden acumulados en el espacio entre el pie del acantilado y la acera", explicaba el informe que, para evitarlo, aconsejaba la creación de una gran cuneta a lo largo de 100 metros desde la Sociedad Fotográfica.

Además, desde el pasado mes de junio, la empresa Usabiaga estaba realizando trabajos de estabilización del talud en la zona, unas labores que, por el momento, han sido paralizadas. "Yo espero que las obras se retomen, porque ahora más que nunca es cuando se necesita asegurar el monte", aseveraba ayer a este periódico Usabiaga, quien aseguró que, cuando se trabaja con la tierra "no existe el 100% de seguridad". "Es imposible", insistió.

Usabiaga se reiteró en la necesidad de trabajar "más que nunca" para asegurar el monte. "Decidir no continuar con los trabajos sería un error. Sería como cortar una carretera en la que ha habido una gran fuga de aceite y no retirar el aceite", explicó.

atractivo turístico Por otro lado, expuso que la zona del Paseo Nuevo es "uno de los atractivos turísticos" de la ciudad. "No podemos cerrarlo de por vida. Ahora más que nunca las instituciones deberían invertir todo lo que haga falta para asegurar el monte", indicó.

En opinión de Usabiaga, la zona en la que se produjo el accidente es tan "vulnerable" como "peligrosa", "más incluso que la carretera entre Zarautz y Getaria", porque allí "la distancia con el monte es mayor". "En el Paseo Nuevo solo cinco metros te separan de la ladera del monte", indicó. Asimismo, recordó que "hace años" se colocaron "grandes bloques de piedra" en la desembocadura del río Urumea. "Esta medida hizo que el agua del mar dejara de entrar en el primer y segundo piso" del Paseo Salamanca. "Habría que tomar más medidas de estas para frenar la influencia del mar en el monte", señaló.

Por otro lado, familiares, amigos y allegados de Mikel Arzak dieron ayer su último adiós al joven donostiarra en la parroquia de Todos los Santos de Intxaurrondo, en donde se celebró su funeral. Al responso acudieron también el alcalde, Juan Karlos Izagirre, y los concejales del equipo de gobierno Josu Ruiz y Nora Galparsoro.