Mutriku. Compañeros de equipo del Club Deportivo Mirandés ensalzan con este recordatorio al exjugador José María Arrieta Balanzategi. El interior zurdo de Mutriku falleció hace dos años que se cumplieron el pasado 23 de enero. Por ello y porque no queda en el olvido, los amigos que hizo sobre el terreno de juego lamentan haber conocido "tarde" -dicen- la pérdida del guipuzcoano.

Arrieta, según indica el cronista más conocedor del Mirandés, es el primer jugador en la historia del primer equipo del club que en un mismo partido marcó cuatro goles. Este hecho único tuvo lugar el 23 de abril de 1961. Fue en la trigésima jornada de Tercera División, con arbitraje del navarro Flórez. El Mirandés venció por 5-0 al Villafranca. Arrieta hizo subir al marcador cuatro goles, mientras que Iborra completó la manita. En aquella jornada la alineación que presentó la entidad burgalesa con nutrida representación vasca fue Solana; Palix, Bau, Aguirregomezcorta II; Nebreda, Marianín; Lecube, Villasante, Pangu, Arrieta e Iborra.

Dos compañeros de aquella formación no recordaban ayer la gesta de Arrieta. Pablo Ortiz, Pangu, quien llegó a jugar con el Alavés en Segunda, ensalzó la humanidad de Arrieta y su buen quehacer sobre el terreno de juego del interior izquierdo guipuzcoano. "Fue un jugador muy luchador, muy buena persona, maravillosa", analiza el de Miranda de Ebro. El también vecino de Pangu, aunque residente en Tenerife, Jaime Bau, jugó con Arrieta dos temporadas. Este central que llegaría a jugar con Lizaso, Iriondo… estima que el de Mutriku era "muy buena persona, muy noble. Un interior zurdo de enlace de calidad".

Conocieron la pérdida de su compañero tiempo más tarde cuando le echaron de menos y esperaban reencontrarse con él. "Me llevé un disgusto... La última vez que estuvimos juntos, él iba a Bodegas Muga, a La Rioja, donde el dueño jugó también con nosotros y me hizo una visita. Esperaba que iba a volver y se me hizo raro hasta que me dieron la noticia", explica Pangu.

A Bau le ocurrió algo similar: "Suelo ir a tratarme la espalda a Zestoa, al balneario, y me acerqué a visitarle y como hubo varios de Mutriku en el Mirandés fuimos a visitar a un par de ellos… Tiempo después volví y me dijeron que había fallecido. Era muy majo, un hombre muy sano".

Tres años Arrieta Balanzategi nació el 8 de junio de 1936. Militó tres temporadas en el Mirandés, entre 1959 y 1962. Jugó un total de 64 encuentros con su camiseta y marcó 18 goles. Su debut tuvo lugar el 13 de septiembre de 1959 en un Mirandés-Tolosa que finalizó 1-1. El último partido que jugó con los burgaleses fue el 22 de abril de 1962 cuando el Euskalduna ganó por 4-1 al combinado de Anduva.

Su nombre de pila guarda una anécdota de nacimiento. En el Registro Civil le pusieron José María. Sin embargo, al mismo tiempo murió uno de sus abuelos y en honor a aquel, en el acta bautismal acuñaron el nombre de su antecesor, Eduardo. "En la familia y en el pueblo era conocido como Eduardo; para el resto era José Mari", sonríe su hermana, Mari Jose.

Arrieta contrajo matrimonio con Ana María Ruiz, peluquera. Colgadas las botas del fútbol, el de Mutriku entró a trabajar como peluquero de señoras tras estudiar el oficio en Barcelona. La pareja tuvo tres hijos: Mariana, Cristina y Eduardo, este último pelotari que jugó en Estados Unidos. El aitite estaba muy orgulloso de que uno de sus cinco nietos siguiera sus pasos y forme parte de la disciplina del Athletic en Lezama.

Mari Jose explica que hace unos días oyó la noticia de que el Mirandés había fichado a cuatro guipuzcoanos y "me hizo muy ilusión, ya que, por mi hermano, le tengo un cariño especial al equipo".

Bau recordó que en el club castellano "siempre hubo muchos guipuzcoanos" y recuerda que casi no teníamos relación con ellos porque "el fútbol no era como ahora. Venían a entrenar en taxi y si íbamos a un partido, nosotros volvíamos a Miranda en autobús y ellos se iban para Elgoibar en taxi".

Los Pangu, Bau, Tinín Melgosa -impulsor de la maravillosa web Miranda Deportiva- no olvidan ni olvidarán a Arrieta. Su gesta de los cuatro goles se les ha borrado a los dos primeros de la memoria aunque esa jornada fueron gloria, pero Arrieta sigue en el recuerdo, en la historia, para siempre.