Getxo. ¿Cuáles son los argumentos que ha planteado la DYA en su recurso?

Fernando Izagirre: El argumento básico para recurrir es que el pliego del concurso establece las condiciones básicas mínimas de las ofertas, entre las que están el personal, las ambulancias y las bases de operaciones repartidas por todo Bizkaia. Y nosotros decimos que las empresas Ambuibérica e Iscan no presentaron las bases, porque no las tenían en aquel momento. Por eso pedimos que sean excluidas del concurso. El viceconsejero de Sanidad con el PSE, Jesús María Fernández, firma la adjudicación definitiva del concurso el 27 de noviembre. Pues bien, no fue hasta el 12 y 13 de noviembre que esas empresas alquilan los locales para establecer las bases, según consta en el expediente del concurso. A día de hoy, muchos de esos locales siguen en obras. Con la excepción de la base de la Cruz Roja en Gasteiz, la Mesa de Contratación valoró con la misma puntuación a todas las demás bases, las de DYA que funcionan desde hace años y las de las dos empresas que ni siquiera existían en aquel momento. ¿En base a qué espacio físico, a qué vestuarios, a qué ADSL, a qué sistemas de comunicación puntuaron esas bases inexistentes?

¿Antes de la adjudicación advirtieron al Departamento de Sanidad del PSE de que se estaba produciendo una posible situación irregular?

F.I.: Así es, advertimos al viceconsejero de Sanidad y a la directora de Contratación Sanitaria, Patricia Arratibel, de que se estaba produciendo una vulneración del principio de igualdad y de que tenían oportunidad de corregirlo.

¿Qué les contestaron?

F.I.: La directora de Contratación Sanitaria nos dijo que en breve va a salir el concurso de las ambulancias concertadas, por un montante de casi 19 millones de euros solo en Bizkaia, y nos animó a presentarnos al mismo. Le respondimos que no estaban entendiendo nada, que eso sí que es un negocio, algo que interesa a las empresas privadas, pero que no tiene sentido que la DYA ni la Cruz Roja estén ahí.

¿Por qué no?

F.I.: Porque lo nuestro es la emergencia, es nuestro mundo. La Red de Transporte Sanitario Urgente era, con la DYA y la Cruz Roja, el Lezama de las emergencias, donde existía un grupo personal y profesional que responde los 365 días del año, 24 horas al día, en las diferentes bases de ambulancias. A su alrededor el voluntario participa, colabora, se forma y aprende las tácticas operativas, de forma que ante una situación especial como unas inundaciones o un accidente múltiple en la autopista sabe cómo desenvolverse. El servicio que teníamos en Euskadi permitía que en una situación de emergencia el servicio fuera elástico y podía multiplicar sus recursos por dos de manera automática gracias a los voluntarios.

¿Los voluntarios realizan la misma función que los trabajadores?

Javier Ardanaz: Toda persona que entra en la ambulancia tiene la misma capacitación, sea trabajador o voluntario. Los voluntarios son técnicos en emergencias conductores y técnicos sanitarios, además de los que están en proceso de aprendizaje, que salen como auxiliares de estos técnicos. Por lo tanto, una ambulancia formada por voluntarios tiene la misma capacitación técnica que una integrada por profesionales puros y duros. Por medio de esta fórmula conseguimos que nuestras unidades de soporte vital básico salgan con tres personas, un número que consideramos más idóneo que las dos personas que componen una ambulancia con profesionales.

Gorka Ojinaga: En cualquier sistema de emergencias, el voluntariado es un complemento de calidad, pero aquí parece que se minusvalora. Cualquier país moderno que mira hacia el futuro tiene al voluntario de emergencias como un complemento de calidad a su sistema profesional. Ahora nos están privando de este componente, pero no solo a los trabajadores o la DYA, sino que se le está privando a ese voluntariado de emergencias de la posibilidad de estar entrenado e instruido. Eso en Europa sería un retraso, sería empeorar la asistencia sanitaria y la asistencia de emergencias. Aquí parece que es lo que se ha buscado, eliminar al voluntario de la ecuación.

F.I.: Y peor aún, se le está cercenando a la sociedad de la posibilidad de contar con ese voluntariado. Es esta sociedad la que en su momento se organizó para lanzar una iniciativa de valor social. No hay que olvidar que una de las cosas que caracteriza a nuestro pueblo es el asociacionismo pensando en el bien común.

La única alusión que ha realizado al voluntariado el Departamento que dirigía Rafael Bengoa es que, precisamente, su existencia debería haber provocado que la DYA hubiera presentado una oferta más económica.

F.I.: Ellos son conscientes de que la DYA no quita un solo puesto de trabajo. Nosotros tenemos montada la estructura como una empresa en la que alrededor de cien trabajadores cubren de manera profesional su trabajo con su convenio incluido, pero además conseguíamos el complemento de calidad con los voluntarios.

El gerente de Ambuibérica afirma que la adjudicación acaba con un "chiringuito" que ha durado años. ¿Se sienten parte de un chiringuito?

F.I.: Hasta ahora se funcionaba con un concurso de adjudicación directa sin publicidad a la DYA y la Cruz Roja, porque desde antes de que existiera el Gobierno vasco, antes de que existiera un sistema organizado de transporte sanitario de ambulancias, la DYA inventa el sistema y hasta hoy. En octubre de 2011 por fin se igualaron los costes y se pagó la prestación a la DYA a 28.200 euros mensuales por ambulancia. Hasta esa fecha se cobraban 25.000 euros, pero es que, anteriormente, en 2006 se cobraban 11.000 euros al mes. Todas esas cifras eran deficitarias pero se compensaban con las aportaciones voluntarias de los vizcainos. Obviamente, el servicio no podía salir a concurso porque el Gobierno vasco no cubría ni siquiera los costes. Ahora, cuando el Gobierno vasco ha sacado un precio de salida de 29.200 euros, es cuando se monta el concurso.

Preguntaba por lo del chiringuito...

F.I.: Le digo. Ambuibérica ha ofertado 27.747 euros por ambulancia y mes cuando solo en costes laborales salen 25.300 euros. Ahí tienen que meter todos los demás gastos. Si además quieren sacar beneficios empresariales, no da ni de lejos. En los últimos siete años la DYA y la Cruz Roja le han ahorrado a la Administración vasca 25 millones de euros. O sea, que en vez de chiringuito esto era una lotería para el Departamento porque se han ahorrado dinero.

G.O.: Cuando el Departamento de Sanidad se excusa diciendo que con Ambuibérica e Iscan se va a dar una oferta igual o mejor que daba la DYA, se contradicen ellos mismos ¿Cómo van a dar una oferta igual o mejor cuando nos han dado tres veces más puntuación en la oferta técnica, logística e infraestructura, en ambulancias, en tiempos de respuesta y un largo etcétera? Si a la DYA le puntúas tres veces mejor que a esas empresas, no puedes decir que vas a dar una oferta igual o mejor. Es mentira. No diré que Ambuibérica da una oferta mala, pero sí básica. Nosotros ofrecemos una oferta de calidad, con el mejor material disponible para dar una asistencia al ciudadano, sin ningún tipo de interés económico ni de reparto de dividendos, ni restando calidad al paciente por un ahorro en otras partidas, que es lo que puede hacer una empresa privada. La DYA puede soportar estos costes gracias a lo que nos aportan los ciudadanos. Ya sabemos cómo son las ambulancias fuera de Euskadi, básicas. Pues eso no lo quiero aquí.

¿Por qué creen que el Gobierno no decidió dar más puntuación a los baremos técnicos y calidad en detrimento de la oferta económica?

F.I.: Nos van a decir que deberíamos haber impugnado el concurso, pero es que lo nuestro es salir con la ambulancia y ayudar a la gente. Es la primera vez que nos presentábamos a un concurso y no tenemos gabinetes jurídicos. La estructura de DYA a nivel administrativo se limita a tres personas y los demás somos todos voluntarios. En aquel momento no sospechamos nada, pensamos que si era la Administración la que convocaba un concurso lo iba a hacer bien. Hemos aprendido que ante cualquier concurso lo primero que se debe hacer es llamar a un abogado para ver si hay trampas o está mal hecho o se vulnera derecho.

¿El Gobierno del PSE quería que el servicio quedara en manos privadas?

(Silencio) F.I.: Durante el tiempo que la Administración pagaba por debajo de los costes, no salió a concurso. El Gobierno de Patxi López ha estado casi cuatro años de Gobierno y sacó a concurso el servicio cuando se iba. Pero esto tiene más derivadas, con la próxima licitación del concurso de ambulancia concertadas, que solo en Bizkaia se va a llevar 19 millones de euros.

¿El concurso del servicio de ambulancias urgentes es una pista de aterrizaje para esa segunda licitación de las ambulancias concertadas?

F.I.: Por supuesto. Es una cabeza de puente para esas empresas privadas. A Ambuibérica las ambulancias de emergencias de Bizkaia le van a suponer pérdida. Pero una empresa busca algo; si no es beneficio empresarial ¿qué es? Creemos que vienen a por el concurso de 19 millones.

¿Si sale a concurso de nuevo este servicio dentro de un año, DYA contará con los recursos para volver a presentarse?

F.I.: Si dentro de un año la DYA y la Cruz Roja quieren volver a presentarse, tendrán que invertir otros 40.000 euros por ambulancia. Está claro que esas empresas ganarán de nuevo el concurso por desgaste, porque las ONG no van a poder hacer un desembolso semejante.