Menos fumadores pero más recaudación
La Hacienda vizcaina ingresa un 9,3% más por tabaco hasta agosto pese a la 'guerra abierta' contra el hábito de fumar w Por contra, los ingresos por impuestos a las bebidas alcohólicas caen un 19,8%
BILBAO. Ni las campañas preventivas hablando de lo nocivo que es el hábito tabáquico, ni la prohibición de fumar en lugares públicos son las medidas más efectivas para dejar el pitillo. Sobre todo entre los jóvenes. Lo más contundente contra el humo suele ser la subida del precio de los cigarrillos. Ésta es la opinión generalizada de los expertos en salud pública. Por ello, la restrictiva Ley del Tabaco, aprobada en Euskadi en 2011 ha sido exitosa, porque ha ido acompañada por el drástico aumento del coste de la cajetilla. Sin embargo, a pesar de la reducción del número de personas fumadoras en la Comunidad Autónoma Vasca (CAV), la recaudación de la Hacienda foral vizcaina por estos impuestos se ha incrementado en un 9,3% hasta el mes de agosto, con respecto al mismo periodo del pasado ejercicio, mientras que los tributos por alcohol, -aunque casi no se han realizado campañas contra su uso y abuso- se ha reducido en un 19,8%. En este caso, cabe pensar que la reducción obedecería al azote de la crisis económica sobre el bolsillo de los consumidores.
¿El motivo? "Es difícil saberlo; puede ser por la prevista y anunciada a bombo y platillo subida del IVA, que ha podido llevar a muchas personas a comprar remanentes o por las vacaciones de verano, cuando se consume más; las causas pueden ser varias, pero a la Hacienda se le escapan", aseguran a DEIA desde la Administración vizcaina.
Lo cierto es que el consumo real de tabaco en Euskadi ha bajado y, la venta en los estancos también. "Es indudable", reconocen estanqueros vascos. "Además con la crisis la venta ha disminuido y el ocio también; el aumento en el precio de los paquetes ha sido clave para esta drástica reducción de ventas", explica Maribel González, de la Asociación de Empresarios Comerciales del Tabaco (ECOT).
el precio A pesar del precio, muchos fumadores, jóvenes y mayores, son inasequibles al desaliento y se han decantado por alternativas inicialmente menos onerosas, aunque en los últimos meses son las que más se han encarecido. "El tabaco de liar y el de pipa son opciones en alza y tal vez ese aumento en los tributos tenga que ver con esto", añaden desde el sector. "Las firmas clásicas ya habían subido, ahora les ha tocado a estas otras que eran utilizadas por gente joven con menos recursos económicos", resumen.
Desde las organizaciones sanitarias hacen suyas todas las normas que restringen el consumo de alcohol y tabaco. Y no es para menos, ya que cada nuevo estudio publicado demuestra lo nefastas que son estas dos drogas legales. El penúltimo hace referencia al tabaco.
Según un estudio liderado por expertos del Centro de búsqueda en Evaluación y Medida de la Conducta (CRAMC) de la Universitat Rovira i Virgili URV de Tarragona, la exposición pasiva al humo también afecta al neurodesarrollo del bebé,
Según la URV, el artículo, publicado en la revista Early Human Development, demuestra que los recién nacidos que han sido expuestos a la nicotina, tanto por tener madres fumadoras activas como pasivas, presentan peores respuestas fisiológicas, sensoriales, motoras y de atención.
en el embarazo Fumar durante el embarazo se ha relacionado con varios problemas en la descendencia, como los de aprendizaje, trastorno por déficit de atención con hiperactividad e incluso obesidad.
Sin embargo, aunque los trastornos pediátricos y obstétricos relacionados con el tabaco en esta etapa están bien definidos, los efectos en el comportamiento neonatal todavía han sido poco investigados.
En la investigación, liderada por expertos del Centro de búsqueda en Evaluación y Medida de la Conducta (CRAMC) de la URV, los científicos evaluaron el comportamiento de 282 recién nacidos sanos en la Escala de Evaluación del Comportamiento Neonatal, que permite interactuar con ellos y evaluar su comportamiento y respuestas, entre las 48 y las 72 horas de vida. De las madres elegidas, el 22% fumó durante el embarazo y el 6% se expuso pasivamente al humo de tabaco. De las fumadoras, el 12,4% consumían entre 1 y 5 cigarrillos por día; un 6,7%, entre 6 y 10, y un 2,8%, de 10 a 15 diarios, pero ninguna de ellas fumaba más de 15 cigarrillos por día. "Los bebés expuestos intrauterinamente a la nicotina presentan afectación en aspectos de su desarrollo neuroconductual que pueden ser indicadores de futuras patologías", según Josepa Canals y Carme Hernández, autoras del trabajo. Los resultados revelan que los hijos de madres fumadoras y de fumadoras pasivas presentan peores puntuaciones en la habilidad para inhibir estímulos que pueden alterar el sistema nervioso central.