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Donostia alberga desde este verano la primera cámara hiperbárica de Euskadi

Donostia alberga desde este verano la primera cámara hiperbárica de EuskadiFoto: i. azurmendi

Donostia. Los pacientes con necesidad de recibir sesiones terapéuticas de aspiración de oxígeno puro a presiones superiores a la atmosférica ya no deberán desplazarse hasta el hospital cántabro Marqués de Valdecilla. Hasta este verano ese era el punto más cercano a Euskadi en el que se disponía de tecnología para tratar a personas con un amplio espectro de dolencias como úlceras, diabetes, intoxicaciones por monóxido de carbono y humo, problemas de visión, traumatismos, descompresión brusca o ahogamientos, entre otras.

Ahora, las instalaciones de la clínica San Ignacio de Donostia albergan la primera cámara hiperbárica del País Vasco, gestionada por la Unidad de Medicina Subacuática Hiperbárica de Euskadi (UMSHE). El servicio está abierto a recibir pacientes de otras zonas, como Iparralde, Nafarroa y La Rioja, según apunta Albontsa Gandia, director técnico de UMSHE.

El responsable de este sistema médico recuerda que el tratamiento hiperbárico debe estar precedido por las indicaciones médicas, para lo cual ya se ha formado a profesionales de medicina, enfermería y manejo técnico para operar con la máquina situada en el alto de Miracruz de la capital guipuzcoana. "Siempre se ha luchado porque hubiera una en Euskadi. Vengo del mundo del buceo y nunca ha habido un proyecto que haya salido adelante. Ahora sí, y lo hemos conseguido después de tres años de duro trabajo", señala el responsable técnico del aparato.

Gandia explica que la medicina hiperbárica es una terapia de inhalación de oxígeno al 100% durante periodos cortos, realizada bajo presión en el interior de una cámara presurizada, en la que el paciente está a una presión superior a 1,5 atmósferas e inferior a siete totales. La presión ayuda a que grandes cantidades de oxígeno se disuelvan en la sangre, lo que facilita que el gas vital llegue a todos los rincones del cuerpo, especialmente a aquellas áreas afectadas por alguna lesión o enfermedad. "Cuando respiras, el oxígeno se te mete en los pulmones y luego se transporta por la sangre a través de la hemoglobina. Si lo metemos a presión conseguimos que el plasma sanguíneo también transporte oxígeno a las células y, por tanto, se regeneran más rápido. Se puede multiplicar hasta un 2.000% la cantidad de oxígeno espirado que transporta la sangre", pormenoriza el director técnico de UMSHE.

Gandia subraya las garantías de seguridad que ofrece esta nueva cámara, apta para el tratamiento de cuatro pacientes a la vez, dado que se han duplicado los elementos que la componen para que continúe en funcionamiento en caso de algún problema técnico. "Se graban los registros de todas las sesiones y también el interior de la cámara. Hay una comunicación continuada con el paciente por si pasase cualquier cosa", afirma Gandia, quien señala que hasta el momento han recibido tratamiento tres personas, una por urgencias y dos con enfermedades.

Medicina deportiva Cada sesión, cuyo coste ronda los 100 euros, se prolonga durante cerca de dos horas en las que la persona inhala oxígeno por medio de un casco. El director médico de UMSHE, Jorge Sampedro, detalla que dividen a los pacientes en dos bloques: "aquellos con patologías derivadas del buceo, sanos y sin enfermedades previas, y por otro lado aquellos con patología médica". Sampedro recuerda que en el Estado existen trece cámaras hiperbáricas, si bien se da la paradoja de que el Sistema Nacional de Salud no lo reconoce como medicina pero sí la sanidad militar. "Se trata de una terapia que apoya otros tratamientos. Es muy interesante en heridas que no cierran, úlcera, fibromialgia o fracturas que no sueldan bien", asevera.

Además, Sampedro enfatiza sus virtudes en la medicina deportiva, útil en lesiones tendinosas, articulares y en la recuperación tras grandes esfuerzos continuados. "En ocasiones, los deportistas tienen dolores pero no se encuentra una base para actuar. En estos casos, el oxígeno a presión tiene un importante efecto analgésico y antiinflamatorio y les ayuda a recuperar lesiones de sobreentrenamiento", detalla.