Bilbao. La actriz, guionista y directora Rosa María Almirall, más conocida por su nombre artístico Lina Romay, esposa y musa del director español Jesús Franco, Goya de Honor en 2009, falleció el pasado 15 de febrero a los 57 años de edad de un cáncer inesperado y parece que fulminante.

A pesar de ser icono de un tipo de cine tan aparentemente defenestrado como el terror de bajo presupuesto, generó un considerable fenómeno fan sobre su persona, algo comprobable por el hecho de alcanzar el Trending Topic a nivel nacional en la red Twitter y acumular también mensajes de recuerdo del público extranjero aficionado al género.

Casada desde 2008 con el conocido popularmente como Jess Franco, idolatrado por realizadores como Quentin Tarantino, fue protagonista de muchos de sus films. Debutó en el cine en el año 1972, y hasta su fallecimiento nunca dejó de trabajar detrás y delante de las cámaras. Tanto es así que su filmografía como actriz acabó superando el centenar de títulos.

La especialidad de Lina era interpretar sangrientas condesas que acechaban a los poblados góticos europeos, en busca de sangre virgen, algo que se puede ver en títulos como La noche de los asesinos, La mansión de los muertos vivientes, Carne fresca, El sádico de Notre-Dame, Vampire Blues, Los depredadores de la noche, El hundimiento de la casa Usher o Los ojos del Dr. Orloff.

En su última etapa seguía dedicada aún al cine de horror, pero más como guionista e incluso directora.