"Tengo tantas dudas que viajé hasta Cádiz para hablar con la matrona"
La bilbaina Begoña Ramírez no ha dejado pasar un solo día sin que su nacimiento y su adopción le hayan suscitado dudas. Con las denuncias ya sobre la mesa, Begoña se ha volcado en esclarecer su caso y está removiendo cielo y tierra para averiguar su verdadera identidad
Bilbao. Begoña Ramírez nació en enero de 1978 y a partir de ahí sus primeros datos biográficos son casi inexistentes. "La escasa información que me dieron es que nací en el Ginecoyatreo y que luego mi madre biológica hizo una declaración de cómo había encontrado una niña en el felpudo y hasta ahí".
Necesita saber...
Sí. Hace ya tiempo que estoy dando vueltas a mi adopción. He vuelto otra vez al Registro Civil, a ver si me daban más información. Porque a mis padres adoptivos lo único que les dijeron es que nací en el Ginecoyatreo. Ellos siempre me han dicho que no saben nada más, que me entregó una monja, ya fallecida, pero yo no sé si es así en realidad.
Empezó a desconfiar por su partida de nacimiento.
Sí, era extraña. Cuando me casé hasta el cura me dijo esta partida qué rara... Tengo amigos adoptados y todo el mundo sabe algún dato acerca de su adopción. En su partida figura una clínica, un nombre, un algo... en mi caso es como si mis padres fuesen mis padres, con la única diferencia que en una columna aparece que soy adoptada. Si no existiese eso, mirando el papel pensaría que yo soy hija de mis padres, aunque físicamente no me parezca en nada.
Siempre supo que era adoptada.
Sí porque mi madre es psicóloga y me han dado la información de que era adoptada a su debido tiempo. Eso, para mí, no ha sido un trauma, sino el enterarme de mayor que he podido ser uno de esos bebés objeto de tráfico. Mis padres saben que yo no voy a parar de buscar pero no quiero implicarles en nada porque ellos me han dado todo lo que han podido. Además, mi padre ha pasado un cáncer y está delicado y no me gustaría darle un disgusto.
Le contaron también que su madre podía ser una chica extranjera.
Sí y luego hablando con alguna asociación de bebés robados me dijeron que en el Ginecoyatreo había muchas mujeres que venían de Alemania. Y ya ves, yo parezco de fuera, no solo porque sea rubia y de ojos claros, sino porque se me notan rasgos como más germanos.
¿Cuál es la sospecha que alberga?
Pues no sé, tal vez que proceda de una familia bien que decidió entregar al bebé para ocultarlo. Esa puede ser una explicación o tal vez que una chica joven, sin dinero y sin nada, fue a buscar ayuda y cayó en esta trama.
Ha llegado incluso a viajar hasta Cádiz para hablar con la matrona que atendió su parto.
Fui con mi marido a Cádiz para hablar con la matrona, María Eugenia Fernández Ruiz, que supuestamente ha participado en adopciones irregulares. Pero no suelta prenda. Estuve con ella hace cuatro años y nada. Mi marido también intentó meterle presión y tampoco. Para qué quieres saberlo, lo único que puedo decirte es que era extranjera, me dijo. Y luego me comentó algo que me impactó porque aseguró que mi caso fue exclusivo. Si fue tan exclusivo, se tendría que acordar mejor, ¿no?
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