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La nieve se hace de rogar

El caluroso e inusual otoño que estamos viviendo ha retrasado la apertura de la temporada y las estaciones de esquí no saben si podrán abrir para el Puente

La nieve se hace de rogarJavier Bergasa

la temporada de esquí se está haciendo de rogar este año. El inusual otoño que estamos viviendo en la península, con escasas precipitaciones y presencia de viento sur, ha hecho que la poca nieve que ha caído en las pistas de esquí se haya derretido a la primera de cambio y tan solo los picos más altos están cubiertos.

Por ello, si los amantes del esquí están comiéndose las uñas deseando que llegue un frente frío que cubra las pistas, las principales estaciones de la península miran nerviosos el calendario esperando que, para el doble puente de diciembre puedan abrir las pistas. Y es que si la crisis económica está haciendo que las estaciones tengan que amoldarse a la delicada situación financiera, la ausencia de nieve puede llevar a que el sector se vea seriamente perjudicado.

Estaciones, hostelería y tiendas especializadas esperan con ansia las noticias que anuncien un frente de nieve y, aunque no hay nada seguro, parece que pronto les va a sonreír la suerte. "La nieve llegará próximamente", anuncian desde la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET). "Se espera que para el puente de diciembre entre un frente frío que deje precipitaciones que sean en forma de nieve en las cotas más altas, si no en el País Vasco, sí en la cordillera cantábrica y en los Pirineos", adelantan.

Sin nieve no hay esquí La industria de la nieve apenas ha padecido los ecos de la crisis. El negocio ha sabido adaptarse a la coyuntura económica actual bien haciendo un esfuerzo por mantener los precios de temporada, bien adecuando su oferta a la nueva situación, con paquetes más cortos y a precios más económicos.

Pero lo que no ha conseguido la crisis lo está haciendo la ausencia de nieve, y es que las estaciones no tienen mucho que hacer hasta que las pistas no se cubran.

"La crisis no se nota en este sector. La gente no recorta gastos en cuando a material. O vas a la nieve o no vas. El problema es que no hay nieve", comenta Josune Prieto, responsable del área de esquí de Caravanas Oiartzun, una de las mayores distribuidoras de material de nieve de Gipuzkoa. Sin embargo, este año, el buen tiempo está dejando unas cifras muy pobres en este sector. "Estamos todos un poco despistados con esto de la nieve. Yo soy esquiadora a muerte pero es que este año, en el puente de diciembre, igual en vez de tener que ir al monte me tengo que ir a la playa", asume. Y es que el buen tiempo y las altas temperaturas del otoño han dificultado dar salida a los productos de invierno. "Si tenemos buen tiempo está claro que se vende distinto y ahora estamos vendiendo cosas que no esperábamos. Es muy difícil que la gente compre material de esquí si no hay nieve donde esquiar. Lo que necesitamos es nieve", reconoce.

En Decathlon, después de una floja campaña otoñal, han llegado a las mismas conclusiones. "La crisis se nota, eso es evidente. La economía no está para dar saltos pero la gente sigue practicando deporte y eso nos beneficia", asevera Alex, jefe del área de montaña de la tienda.

También para él, el tiempo ha sido un factor fundamental en el devenir de las ventas. "Se ha notado mucho este tiempo tan raro que ha hecho. No puede ser que a mediados de noviembre siguiéramos en manga corta. El año pasado para estas fechas las estaciones estaban abiertas y este año se está dudando si se van a poder abrir para el puente", lamenta. Por ello, no les queda más remedio que confiar en la campaña de Navidad, unas fechas de muy buenas ventas. "Las navidades son un referente para todas las secciones, supone el pico del año en cuanto a ventas y las esperanzas están puestas en la campaña. Además dicen que en diciembre va a nevar mucho así que esperemos que la gente pueda empezar a practicar estos deportes de invierno y que eso se note en las ventas", confía.

Más de 200.000 vascos se acercaron el pasado año a las pistas del Pirineo aragonés, las que más esquiadores euskaldunes reciben y es que Formigal, Panticosa o Candanchú son algunas de las mecas de los esquiadores vascos. La cercanía de las estaciones, a menos de 300 kilómetros de Donostia y 400 de Bilbao y la infinidad de servicios que ofrecen, así como los centenares de kilómetros esquiables de los que disponen, hacen de las pistas aragonesas una cómoda salida para disfrutar de la nieve en fin de semana.

éxito del pirineo aragonés Pero si la cercanía es el punto fuerte del Pirineo aragonés, hay a quien no le importa tirar de coche para disfrutar de una de las pistas más exclusivas del estado. Baqueira-Beret, en pleno el valle leridano de Arán, en el Pirineo catalán, cuenta con los mejores servicios y los equipamientos más modernos del estado lo que hace que, a pesar de ser una de las estaciones más caras, cuente con numerosos adeptos, también entre los vascos.

Por último, el Pirineo francés también cuenta con numerosos adeptos entre los deportistas vascos. Luz-Ardiden recibe cada invierno a miles de esquiadores procedentes de Euskadi que se sienten seducidos por las míticas cimas protagonistas del Tour de Francia que alberga la estación.

Se trata de una de las estaciones más jóvenes del sur de Francia por lo que cuenta con modernos equipamientos y amplia variedad de servicios para toda la familia. A 240 kilómetros de Donostia Luz-Ardiden se encuentra cerca del parque nacional de Pirineos, el circo de Gavarnie, el Vignemale y el Pic du Midi. Además, está al lado de otras estaciones de gran éxito como son la de Gourette o el Grand Tourmalet.