Bilbao. La igualdad efectiva entre mujeres y hombres y la conciliación de la vida laboral y familiar son objetivos recurrentes de campañas institucionales y análisis sociológicos. También son muy a menudo el tema central de discursos políticos y declaraciones bienintencionadas que pocas veces se concretan en algo más que unas repetidas recomendaciones. Frente a quienes proclaman avances en la corresponsabilidad de las tareas domésticas y en la racionalización de horarios laborales, se erige una realidad que dice todo lo contrario: una de cada dos trabajadoras vascas dedica cada día 5 horas o más al cuidado de sus hijos e hijas, mientras que en el caso de los hombres el tiempo de dedicación es inferior a las dos horas; un tercio de las mujeres ocupadas emplea diariamente 3 horas o más en las tareas domésticas, labores a las que nueve de cada diez hombres dedican menos de dos horas; y cuando hay que cuidar a los mayores dependientes, el 61,2% de las trabajadoras dedican tres o horas o más a sus familiares, mientras que sólo el 26,7% de los hombres ocupados emplea este tiempo.

Según se desprende de los datos de la Encuesta sobre la Conciliación de la Vida Laboral, Familiar y Personal realizada por el Eustat, este desigual reparto de funciones es la causa de un elevado grado de insatisfacción entre las trabajadoras de la Comunidad Autónoma Vasca con el tiempo que pueden dedicar a su vida personal o al ocio, y con la colaboración que les ofrece su pareja a la hora de afrontar las tareas domésticas. De hecho, más de una de cada cinco mujeres que trabajan fuera del hogar están muy insatisfechas con la aportación que su cónyuge o pareja hace a la realización de tareas domésticas, mientras que una inmensa mayoría de los hombres ocupados -un 85,1%- están muy satisfechos con el trabajo en casa realizado por su pareja.

vida personal El grado de satisfacción con el tiempo que los trabajadores pueden dedicar a la vida personal, al ocio o a la formación también varía en función del sexo, de manera que casi una cuarta parte de las mujeres -el 23,9%- se declaran insatisfechas con el tiempo libre del que disponen para ellas mismas y menos de uno de cada cinco varones -el 18,4%- tiene este bajo grado de satisfacción.

Por término medio los trabajadores vascos dedican 1,7 horas diarias a las tareas del hogar, 3,7 horas al cuidado de los hijos e hijas menores y 3,1 horas al día a atender a familiares dependientes. Tiempo y trabajo que se suman a su ocupación laboral remunerada. En el caso de las mujeres el tiempo dedicado al hogar sube a 2,3 horas diarias, frente a 1,3 horas empleadas por los hombres; la dedicación a los hijos requiere una media de 4,7 horas en el caso de las mujeres y 2,8 en el de los hombres; mientras que el cuidado de los dependientes ocupa 4,3 horas diarias a las mujeres y 1,9 horas a los varones.

La duración de la jornada laboral es decisiva a la hora de administrar el tiempo dedicado a la familia y a la casa, ya que las personas que trabajan a tiempo parcial invierten más horas en las tareas domésticas -2,5 horas al día frente a 1,6 horas de las que tienen jornada completa-, así como en el cuidado de los hijos -4,9 horas frente a 3,5-, y de los dependientes -5,5 horas en el caso de los trabajadores a tiempo parcial y 2,8 horas si se trabaja a tiempo completo-. A esto se suma que una de cada cinco personas ocupadas tiene que prolongar su jornada laboral de forma más o menos habitual. Esta situación afecta a un tercio de los asalariados del sector privado y a un 28,8% de los del sector público. Además, más de un tercio de los ocupados tiene que trabajar algunos fines de semana, lo que constituye otro lastre para las actividades familiares.

más medidas A pesar de que en los últimos años tanto las administraciones públicas como algunas empresas del sector privado han adoptado medidas para facilitar la conciliación, más de un tercio de las personas trabajadoras de Euskadi -el 35,1%- afirma tener muchas dificultades para compaginar su trabajo con el cuidado de familiares dependientes. Este alto grado de dificultad se reduce a un 29,6% cuando se trata de atender a hijos menores. Para una quinta parte de los trabajadores el tiempo que dedican al trabajo remunerado también les dificulta de forma muy significativa la realización de tareas domésticas y hasta uno de cada cuatro -el 24,4%- declaran que sólo con mucha dificultad pueden disfrutar de tiempo de ocio o dedicarse a otro tipo de actividades personales como la formación.

Los empleadores, es decir, empresarios o personas con trabajadores a su cargo, y los autónomos reconocen mayores niveles de dificultad que el resto del personal ocupado para compaginar vida laboral y familiar. Así, un 37,7% de los empleadores y un 43,7% de los autónomos confiesan muchas dificultades para atender a sus hijos e hijas menores y alrededor de un tercio también manifiestan que tienen muy difícil dedicar tiempo a actividades estrictamente personales o a colaborar en las tareas domésticas.

Por lo general, el cuidado de las personas dependientes presenta más dificultades que la atención de los hijos en todos los grupos de edad y en todas las profesiones.

situación mejorable Según dijo ayer el director genera del Eustat, Javier Forcada, el conjunto de la población de la CAV siente "una relativa satisfacción con la conciliación de trabajo remunerado y vida personal y familiar con una valoración media de 6,3 puntos sobre un máximo de 10, aunque la situación "obviamente es mejorable".

En cuanto al impulso de medidas para facilitar la conciliación laboral y familiar, el Eustat indica que dos de cada cinco trabajadores vascos cuenta con horario flexible de salida del trabajo, aunque los hombres -el 45,1%- se benefician en mayor proporción que las mujeres -el 38,4%- de esta herramienta que facilita, por ejemplo, la recogida de los niños a la salida del colegio. Respecto a la posibilidad de trabajar en casa, un 8,9% de los ocupados lo hace esporádicamente y un 5,6% al menos la mitad de los días. En términos generales, una de cada siete personas ocupadas trabaja ocasionalmente o con cierta frecuencia en su domicilio.