Toda una carrera dedicada a la crianza del toro bravo

Sevilla. El ganadero sevillano Alfonso Guardiola Domínguez, actual responsable de las vacadas de María Luisa Domínguez y Pérez de Vargas y Puerto Frontino, falleció el pasado 20 de octubre en Madrid a los 74 años, según anunció la Unión de Criadores de Toros de Lidia en un comunicado.

Guardiola no pudo superar un cáncer del que estaba siendo tratado en la madrileña clínica Quirón. La familia tenía previsto incinerar sus restos en una ceremonia íntima, con un responso privado, aunque también han tenido lugar dos funerales abiertos al público, uno en la capital hispalense y otro en El Puerto de Santa María (Cádiz), donde residía.

Padre de cinco hijos, el ganadero sevillano había dedicado toda su vida a la crianza del toro bravo, responsabilizándose del hierro que llevaba el nombre de su madre a mediados de la década de los 90.

Carlos Núñez, presidente de la Unión de Criadores de Toros de Lidia, hizo público su pésame y afirmó que "como ganadero y amigo" lamentaba "profundamente la pérdida de Alfonso, un ganadero con una personalidad y con una afición desmedida".

Borja Domecq, responsable del hierro de Jandilla, calificó a Guardiola como "un hombre entrañable, de una enorme simpatía y muy alegre" y afirmó que el "único defecto que se le puede atribuir es que pensaba más en sus amigos que en él".

"He estado muy cerca de él en una etapa de mi vida y para mí ha sido una noticia muy triste", subrayó Domecq al conocer la noticia, y aseguró que Alfonso Guardiola "tenía amigos por todo el mundo, dentro y fuera del toro en cada ciudad", por lo que ha concluido que "ha sido una pérdida importante".

Por su parte el ganadero Eduardo Miura destacó la lucha de Guardiola por "mantener a la ganadería de su madre en la categoría que siempre había estado", además de "buscar un sitio a ese encaste tan poco extendido como es el de Pedrajas".