"La gente suele estar muy susceptible el primer día"

bilbao. Abdelghani y Abdelhak El Youssfi son dos hermanos marroquíes afincados en Lemoa que trabajan en Bilbao. En total, son siete. Pacientes, pero muy emocionados, estos jóvenes esperan la llegada del 30 agosto, el último día de Ramadán, para estar todos reunidos en la gran cena.

Abdelhak es estudiante de Ingeniería Electrónica en la UPV/EHU. Abdelghani, en cambio, trabaja como comerciante en los negocios familiares. Hoy ambos empezarán el ayuno y la abstinencia total que conlleva esta costumbre musulmana ligada al Islam. "Según nuestra religión, ahora estamos en el año 1432", asegura el menor de los hermanos, quien explica que su cultura se guía por el calendario lunar, a diferencia del solar empleado con más frecuencia. Por ello, Abdelghani (16/08/87) llama a su madre para preguntarle cuándo es su cumpleaños lunar, y ésta se ríe sorprendida por la pregunta. Sin embargo, Abdelhak (2/5/89) sabe que su cumpleaños fue el 15-08-1409: "Fue hace muy poco", bromea el joven.

En otros países donde conviven varias religiones, durante el periodo de Ramadán, los no musulmanes se solidarizan con ellos durante el mes de ayuno y procuran no comer ni beber en público, como en el caso en Jerusalén. "Muchos amigos en el trabajo me preguntan cada día que cuánto tiempo tengo que estar sin comer y alguno, incluso, se anima a hacer algún ayuno, pero les parece muy difícil", cuenta Abdelghani, halagado por el acercamiento. Según afirma el joven, el primer día es el más largo de todo el mes, "sobre todo, si no se ha practicado durante el año con los seis días de ayuno voluntario del Sunnah".

Por ello, ambos reconocen que es bastante normal que el hambre y el enfado afloren el primer día. "La gente suele estar muy susceptible al inicio del ayuno", explica Abdelhak; su hermano apostilla que, durante el Ramadán, "no se puede insultar y hay que aprender a controlarse". "Después del primer día, todos los demás resultan más fáciles", reflexiona uno de los hermanos. Ambos jóvenes coinciden en que "es un ejercicio que aumenta el autocontrol, la paciencia, la humildad y la espiritualidad", pues se medita mucho durante estos días.

Para ellos, este mes es diferente a los demás porque "los ricos experimentan el pasar hambre, reflexionan sus decisiones y rezan, y a consecuencia de ello se comparte más".

Como cada año, las cadenas árabes emiten muchas telenovelas y programas para todos. "Hay todo tipo de telenovelas: cómicas, históricas, religiosas... pero este Ramadán veré Los nietos de Mahoma, es siria o iraní", explica Abdelghani, pues le ha llamado la atención el nombre.

Sin embargo, Abdelhak aclara que él no la va a ver, "ahora se está expandiendo un boicot hacía las series con actores progubernamentales de países que están en plena revolución, como es el caso de Egipto o de Siria". El joven añade que, durante el Ramadán, "se retoma el debate anual de si ver la televisión roba tiempo que se debería de emplear a reflexionar o no".

Este mes, la dieta de la familia El Youssfi se basará, principalmente, en dátiles. Tras la cena, como en años anteriores, se reunirán para ver por satélite cómo se celebra en distintos países árabes. De este modo, recordarán cómo lo celebraban sus antepasados, cómo lo hacían en su país y rezarán por mejorar como personas.