madrid. El cardenal arzobispo de Madrid y presidente de la Conferencia Episcopal Española, Antonio María Rouco Varela, señaló que la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) de Madrid, que se celebra del 16 al 21 de agosto, se enmarca en un panorama general de una parte considerable de la juventud "con una experiencia religiosa, moral y ética bajo mínimos"; pero también de un sector de jóvenes "profundamente marcados por el sí a Jesucristo".
El cardenal aseguró que incluso en los países de tradición cristiano católica, como España, hay jóvenes, "¡no pocos!", que "no han recibido formación religiosa y apenas tienen conocimientos de carácter muy elemental sobre las verdades de la fe, de la Iglesia y de su historia".
"Estos jóvenes -unos y otros- se encuentran con una sociedad que no acaban de entender, en la que no se encuentran encajados en cuanto a la relación ética y moral, el derecho, la comunidad política y la economía. Nosotros pensamos que la JMJ les ayudará a enfrentarse a la vida con más claridad, más verdad, más generosidad y entrega y a ayudar a sus compañeros a encontrar el camino recto y positivo", destacó. De hecho, explicó que lo normal es que en la JMJ estén apuntados grupos de jóvenes en los que hay chicos que no practican, pero que tienen amistad con grupos cristianos, "que viven su fe con mayor o menor intensidad pero la viven". De ese tipo de jóvenes, habrá "miles" en la jornada. En cualquier caso, señaló que casi todos los jóvenes que practican la religión católica están "en sintonía" con el Papa y la Iglesia y mantienen una relación "muy directa".
ortodoxos y judíos Sin embargo, no sólo participarán católicos. Por el momento, Rouco apuntó que han mostrado "mucho interés" representantes de la Iglesia ortodoxa y que era posible que se presentasen grupos organizados de jóvenes ortodoxos del centro y este de Europa. Además, recordó que en la Fundación Madrid Vivo está representada la comunidad judía de España y, en cuanto a organizaciones islámicas, dijo que la relación no se ha expresado de forma institucionalizada aunque "hay un buen ambiente".
Por otra parte, el cardenal expresó que el mayor beneficio de la JMJ será "de carácter espiritual y moral" e insistió en que no se organiza para conseguir "un gran negocio" ni para cargar con un gasto, algo que, según remarcó, la JMJ "no sólo no quiere impedir sino favorecer". Añadió que también supondrá un beneficio económico pues atraerá a, al menos, un millón de jóvenes lo que supone, según indicó, "un aporte a la actividad económica de la ciudad enorme", al tiempo que una promoción de la imagen de Madrid "de un valor incalculable".