Bilbao. La procedencia y calidad de las anchoas del Cantábrico estarán garantizadas a partir de ahora gracias a un sello que identificará las conservas de este pescado capturado en aguas vascas con artes tradicionales selectivas y elaboradas íntegramente en las poblaciones costeras por las conserveras locales.
La iniciativa de crear este sello de calidad parte de cinco conserveras de Ondarroa, Berriatua, Markina, Mutriku y Zumaia, que en 2008 lanzaron una etiqueta similar para avalar la calidad del bonito pescado en el Cantábrico. Este nuevo sello para la anchoa no sólo cumple con unos "exigentes requisitos", sino que también se acoge a los requerimientos de la norma UNE-EN 45011 y está certificado por la Fundación Kalitatea.
El presidente de la Asociación de Conserveros Artesanos de la Costa Vasca, Mateo Orlando, mostró su satisfacción por poder introducir en el mercado "la marca de garantía de la anchoa del Cantábrico, que garantiza que el consumidor, cuando compra una lata con este sello, sabe que esa anchoa ha sido elaborada con anchoa procedente del caladero cantábrico, una anchoa de primavera, de campaña, pescada con artes tradicionales y elaborada siguiendo estrictamente unos métodos de elaboración tradicionales". "Con este sello queremos mantener también toda una cadena de valor, que va desde la mar, pasa por los puertos, llega a nuestras empresas y, desde allí, va a los mercados", subrayó.
Las empresas que pongan este distintivo en sus productos no sólo deben garantizar que la maduración hasta el punto óptimo se hace de forma artesanal, sino que el posterior acondicionamiento de cada anchoa es realizado a mano por personal especializado. Además, el producto final deberá cumplir unos altos parámetros organolépticos definidos por el reglamento de la marca.