BILBAO
cuentan quienes le conocen que es buen profesional pero mejor aún relaciones públicas. El donostiarra José Julián Isturitz, nuevo gerente de la empresa pública Osatek, dependiente de Osakidetza, ha sabido reinventarse varias veces a lo largo de su vida y ha demostrado ser lo suficientemente habilidoso como para trabajar en diferentes comunidades autónomas y partidos políticos sin que nadie ponga en duda su lealtad.
Después de casi 20 años de carrera profesional fuera de Euskadi, el consejero de Sanidad, Rafael Bengoa, le ha fichado para hacerse cargo de Osatek, una empresa que hasta la presente legislatura había pasado casi desapercibida para el ciudadano, pero que con la llegada de los socialistas ha sufrido una convulsión que la ha catapultado a primera plana de la atención pública. El nuevo equipo directivo decidió que Osatek, dedicada hasta ese momento a realizar las resonancias magnéticas a los pacientes de Osakidetza, se encargaría de poner el marcha Osarean, el proyecto estrella de Sanidad, dotado de un considerable presupuesto y que pretende implantar la atención por teléfono e internet a los pacientes de la Sanidad pública vasca.
En ese contexto, Bengoa fichó en 2009 a una persona de su máxima confianza, con el que había participado en negocios conjuntos, Pablo Arbeloa López, para hacerse cargo de Osatek. Con el proyecto Osarean ya en fase de implantación, Arbeloa dimitió el pasado diciembre alegando problemas personales por la enfermedad de su hijo, aunque siguió al frente de plan de teleasistencia como coordinador. Pero a nadie se le escapó que el cese tuvo lugar tres meses después de que se destapara que el actual departamento estaba contratando a dos empresas en las que él, siendo alto cargo de Sanidad, tenía intereses empresariales.
La dimisión obligó a Bengoa a buscar un sustituto y posó sus ojos en José Julián Isturitz, de 53 años, que en ese momento veía cómo declinaba su estrella al frente del Sistema d'Emergències Mèdiques (SEM) de la Generalitat de Catalunya. La llegada de CiU al poder estaba provocando la progresiva sustitución de los altos cargos del gobierno del socialista José Montilla por la gente de Artur Mas. En esa tesitura, la llamada de Bengoa fue providencial e Isturitz se incorporó como nuevo director gerente de Osatek el pasado 1 de febrero.
El consejero ha defendido esta misma semana la contratación de Isturitz de manera inequívoca durante una comparecencia en el Parlamento. "Buscamos los mejores profesionales para dirigir nuestra organizaciones sanitarias. Estamos muy satisfechos con el nuevo nombramiento. Nos parece un privilegio que haya querido volver a San Sebastián y a trabajar con nosotros", afirmó.
Pese a estos halagos, el recorrido de Isturitz se ha visto salpicado por algunas incidencias que, con todo, no le han impedido seguir progresando en su carrera profesional. El inicio de su trayectoria se remonta a principio de los años ochenta. Siempre relacionado con el mundo de las emergencias, materia a la que ha dedicado la práctica totalidad de su carrera, trabajó en la DYA y la Cruz Roja de Gipuzkoa.
Su fichaje para Osatek no supone su primer contacto con la Administración vasca. En 1985 fue contratado como técnico en coordinación operativa para el departamento de Protección Civil que estaba creando en aquel momento el Departamento de Interior, dirigido por Luis María Retolaza. Se da la circunstancia de que en aquella época coincidió en Protección Civil con Jesús María Fernández Benito, cuyo nombre se ha hecho conocido después de que le hayan acusado, entre otras cosas, de haber espiado al lehendakari Juan José Ibarretxe por orden del CNI. Tarta o Jeje, sobrenombres por los que se que conoce a Fernández Benito, siempre ha alardeado de mantener una buena amistad con Isturitz, incluso en tiempos recientes.
Dos años en protección civil
Breve paso por Interior
Conocido por entonces como Jota Jota y firmando aún como Pérez Isturitz, su paso por Protección Civil fue breve y no llegó a los dos años. Aunque no queda constancia escrita del hecho, varios ex compañeros de Isturitz en el Gobierno vasco coinciden en señalar que abandonó "discretamente" el puesto por motivos no del todo claros. Lo cierto es, que según estas fuentes, era un profesional "muy válido", al que sus superiores asignaron tareas de responsabilidad.
Tras su marcha del Gobierno vasco, compaginó algunas aventuras empresariales -siempre en sociedades relacionadas con el suministro de equipamientos médicos y de emergencias- con su vuelta a la Cruz Roja guipuzcoana. Con posterioridad, acabó trabajando en la oficina central de Cruz Roja Española, en Madrid, desde donde hizo los contactos imprescindibles para darse a conocer a responsables políticos de otras comunidades autónomas. Es en esta época cuando cursa estudios en la Universidad de Alcalá, según consta en la página de profesionales Linkedin, en internet. El consejero Rafael Bengoa ha asegurado esta semana que Isturitz es titulado superior universitario por la Escuela de Alta Dirección de Barcelona y la Universidad Politécnica de Valencia.
En 1994 da el salto a Canarias, a solicitud de los regionalistas de Coalición Canaria. Según sus propias palabras en una entrevista a un periódico del archipiélago, llegó para poner en marcha el dispositivo de urgencias sanitarias y, un año más tarde, obtuvo la plaza de gerente de la empresa pública Gestión Sanitaria de Canarias (GSC), dependiente de la consejería de Sanidad y que se dedica a las urgencias y transporte sanitario.
gestión en canarias
Vapuleado por los socialistas
Su mentor en las islas es Román Rodríguez, que con el tiempo se convertiría en presidente de la comunidad, con lo cual su progresión dentro del organigrama del Gobierno estuvo garantizada. De hecho, en 1999 fue ascendido a director general de Seguridad y Emergencias del Gobierno de Canarias. Por esta época, se confesaba plenamente integrado en el archipiélago hasta el punto de que reconocía en una entrevista concedida en 2002 que estaba afiliado, "convencido", a Coalición Canaria. "Aunque sea peninsular, me siento en este proyecto", decía.
Añadía que en el pasado estuvo a punto de afiliarse al PNV. "Por ahí andaba la historia, pero nunca me llegué a apuntar". Curiosas afirmaciones, teniendo en cuenta que unos años más tarde acabaría trabajando para los gobiernos socialistas de Catalunya y Euskadi. Al parecer, en este momento ha abandonado cualquier militancia a tenor de lo manifestado esta semana por Bengoa, quien aseguró que Isturitz "carece de afiliación política". Compañeros que trabajaron con él en los años ochenta en el Gobierno vasco aseguran que "siempre ha tenido el don de la ubicuidad".
En uno de esos giros inesperados que da la vida, fue precisamente el Partido Socialista de Canarias (PSC), en la oposición, el que se convirtió en el azote de su gestión en las islas. El informe de fiscalización que realizó la Audiencia de Cuentas (el organismo homólogo al Tribunal Vasco de Cuentas Públicas) sobre su mandato al frente de la empresa pública GSC abundó en el elevado número de irregularidades administrativas detectadas en las contrataciones de esta sociedad. El asuntó acabó en el Parlamento canario, donde un diputado socialista afirmó que la actividad contractual avalada por Isturitz "no sólo es deficiente, sino que está plagada de irregularidades y aspectos alarmantes".
Entre ese cúmulo de contratos con deficiencias, según establece la Audiencia de Canarias, se incluye una adjudicación en 1997 a B&F Gestión y Salud, la empresa creada ese mismo año en Gasteiz por Rafael Bengoa y su entonces socio y ahora viceconsejero de Sanidad, Jesús María Fernández, El importe del contrato se elevaba a 264.085 euros.
Posteriormente, otro parlamentario, Luis Pareja, denunció a Isturitz por prevaricación y tráfico de influencias, aunque finalmente los tribunales le eximieron de toda responsabilidad.
Más tarde, siendo director de Seguridad y Emergencias, el PSC acusó de negligencia al Gobierno después de su actuación durante unas lluvias torrenciales que arrasaron buena parte de Santa Cruz de Tenerife en marzo de 2002. Todos los ojos se posaron en Isturitz que, como coordinador de emergencias, nunca declaró la alerta.
Acusado de "clientelismo"
Fletar un avión para un "amigo"
Otro episodio de desencuentro con los socialistas tuvo lugar cuando estos le denunciaron por "clientelismo" y "amiguismo" en el uso de un avión medicalizado. De nuevo, el diputado Pareja pidió su cese por "hacer uso incorrecto de su cargo", ya que, según su acusación, se utilizó el avión sanitario para el traslado de "un paciente muy especial", que se encontraba en Gran Canarias, a un hospital de Donostia, cuando el protocolo establecía como centros de referencia otros hospitales específicos de la península.
La marcha de la presidencia de la comunidad de su mentor, Román Rodríguez, significó la caída en desgracia de Isturitz, que también abandona el gobierno. A partir de ese momento, ocupa en diferentes empresas puestos de dirección y asesoría relacionados, como siempre, con las emergencias y la seguridad. En 2007 se reengancha a la administración con un puesto directivo en el Cabildo de Gran Canarias, esta vez, en manos del Partido Socialista.
Dos años más tarde, el Departamento de Salut de la Generalitat catalana reclama sus servicios y le pone al frente del Sistema d'Emergéncies Mèdiques, cargo en el que se mantiene hasta el pasado mes de diciembre.
No obstante, su reclutamiento por parte del gobierno del socialista Montilla fue acogido con preocupación por CiU, que mostró su alarma ante las revelaciones de deficiencias detectadas por la Audiencia de Cuentas de Canarias.
En parecidos términos se pronunció el PNV tras su nombramiento para Osatek, después de conocer los antecedentes de Isturitz en el archipiélago. El consejero de Sanidad ha defendido en todo momento que el historial del gestor donostiarra "está limpio". "Conocemos todo su pasado y no tenemos ningún problema", aseguró Bengoa días después de la incorporación de Isturitz a Osatek. Lo cierto es que en los dos años de legislatura socialista, esta empresa pública no gana para sobresaltos.
director gerente de osatek