Síguenos en redes sociales:

"Esto es muy difícil de creer"

Cientos de vecinos de Orio se concentraron ayer en repulsa por el asesinato de Amaia Azkue

"Esto es muy difícil de creer"Foto: Efe

orio. El de ayer fue un sábado raro en Orio. La tranquilidad y la alegría propias de un fin de semana se transformaron en desasosiego y la amargura que provocan las muertes sin sentido. A mediodía, poco a poco, como si se tratara de una procesión, los vecinos de la localidad costera se fueron acercando a la plaza del pueblo para mostrar su rechazo al brutal asesinato de Amaia Azkue, cuyo cuerpo sin vida fue hallado el pasado miércoles en el embalse de Ibai-Eder, en Azpeitia.

Residente en un caserío del alto de Meagas (Getaria), la mujer de 39 años, si bien hacía su vida en Zarautz, era natural de Orio, donde tanto ella como su familia son muy conocidas. Por eso mismo, la noticia de su muerte era todavía ayer algo "difícil de creer y de digerir".

Consternados y abatidos, los vecinos observaron atentamente la llegada a la plaza de varios integrantes de la familia de Amaia visiblemente emocionados, entre los que se encontraba una de sus hermanas. Con el paso de los minutos el llanto de los más allegados se contagió y fueron muchos los que no pudieron reprimir las lágrimas. Nadie conseguía entender lo ocurrido. "No sé cómo ha podido pasar algo así. No entiendo nada. Era una chica muy maja y mira dónde estamos ahora", comentaba una joven. A su lado otras dos señoras repetían una y otra vez: "Son unos criminales, unos criminales. ¿Quién puede hacer algo así? Antes escuchábamos que estas cosas pasaban lejos, pero ya están aquí".

Asimismo, otro grupo de hombres "con piel de gallina y escalofríos" indicaban que lo sucedido era algo "muy difícil de creer y de digerir". Sorprendidos por la noticia y reacios a realizar declaraciones, relataron que conocían a la familia de la mujer y que no llegaban a comprender cómo podía haber pasado "algo así". "Esto es demasiado duro", dijeron.

miedo A la concentración, que tuvo una duración de quince minutos y que finalizó con un sentido aplauso, acudieron familiares de Amaia Azkue, los alcaldes de Orio, Jon Redondo; de Zarautz, Jon Urien; el teniente de alcalde de Getaria, Antonio Arruti; la diputada foral de Política Social, Maite Etxaniz; los representantes de Ezker Batua, Mikel Arana y Arantza González y centenares de oriotarras. Según explicó el primer edil de Orio, Jon Redondo, este suceso ha sido "un golpe para la familia y un mazazo para el municipio". "La familia está destrozada, está sufriendo mucho", añadió.

Preguntado a cerca del posible miedo de los vecinos, el alcalde aclaró que es "normal" tenerlo "en una situación de estas". "Cuando vemos en la televisión que pasan cosas similares parece que es algo lejano, pero cuando te toca cerca, te impacta. La gente está un poco nerviosa y es normal que haya miedo por lo que esperemos que cuanto antes se esclarezca todo mejor", agregó Redondo. En este sentido, apuntó que, debido al secreto sumarial, no se conocen los detalles de la investigación pero subrayó su confianza en la Ertzaintza. "Creo que tienen un buen equipo de investigación y espero que todo se pueda resolver cuanto antes por la tranquilidad de la familia, por eso pediría a los medios de comunicación que les dejen en paz. La situación que están pasando es muy dura, pero a la familia hay que dejarla de lado, que ya están sufriendo lo suyo", señaló.

zapatillas El cuerpo de Amaia Azkue fue localizado el miércoles hacia las 17.15 horas flotando en la presa de Ibai-Eder, en Azpeitia, atada de pies y manos y con fuertes golpes tanto en la cara como en la cabeza, los mismos que según la Ertzaintza provocaron su muerte. La pista de la mujer de 39 años se pierde al mediodía, después de que hubiera tomado un café con una amiga y de que le hubiera comprado unas zapatillas a una de sus hijas.