Bilbao. Esperanza Aguirre dice que será cuestión de días. Usted se recuperó de manera formidable en poco tiempo y se lanzó a la campaña electoral de 2008. ¿Es recomendable?

Sí, puede ser que sea cuestión de días. En mi caso porque tuve una suerte tremenda, llegué a tiempo, el tumor era pequeño, era periférico, me extrajeron un tercio del pulmón y 25 o 26 ganglios, no me encontraron ninguna célula cancerígena y no tuve que hacer quimioterapia ni radio. Por tanto, pude hacer la campaña. Otra cosa distinta es que debiera haber guardado más tiempo de reposo y no es recomendable a los ocho días, o menos, de haber sido operado lanzarte a hacer una campaña electoral.

¿Cómo supo que tenía cáncer?

Entré en urgencias por una mezcla de una descomposición con un catarro, y la jefa del servicio de urgencias, antes de darme el alta, vio un pañuelo mío manchado de sangre. Me preguntó de dónde salía, respondí que era de una expectoración de nariz y me dijo que no podía darme el alta porque había visto una mancha en una radiografía. Me hicieron varias pruebas, entre ellas un TAC, y una radióloga me dijo, cogiéndome de la mano, no recuerdo qué nombre científico. Yo, hablándole con claridad, le pregunté "¿tengo un cáncer?" y me dijo que sí. Un escáner confirmó la existencia del tumor.

¿Ha cambiado en algo su vida?

Me siento mucho más optimista, me ha cambiado la vida completamente. Valoro mucho más la familia, los amigos, el tiempo, los minutos, disfruto y saboreo más la vida porque, aunque todo fue bien y no pasó nada, uno durante las 24 horas previas a la operación repasa toda su vida y piensa que puede ser el final de la misma. De hecho, soy creyente y recibí la extremaunción de manera voluntaria porque no sabía lo que podía pasar. Aunque después, insisto, doy gracias porque quedó en aguas de borrajas.

¿Vale más que un personaje público desvele que padece cáncer que mil campañas de concienciación, al objetivo de romper tabúes?

Creo que sí, que un personaje público debe desvelar que padece cáncer aunque respeto que una persona, en función de su libertad, opte por no hacerlo público. Creo que hay que romper tabúes y es una manera de ayudar a ello.

¿Comprende a los políticos u otros personajes públicos que prefieren pasar su enfermedad en la intimidad? Por el contrario, ¿hay cálculo electoral al darlo a conocer?

Respeto a aquellos que quieren pasar su enfermedad en la intimidad. Sinceramente no creo que nadie sea capaz de utilizar un cáncer como cálculo electoral. Por ejemplo, en mí caso estuve incluso a punto de sacrificar la campaña electoral porque sabía cómo entraba pero no cómo salía. Podría haber sucedido que no hubiera sido capaz de hacer la campaña electoral, pero las cosas afortunadamente salieron bien y pude seguirla.