Bilbao. La actriz Jill Clayburgh, conocida por su interpretación como madre de la abogada de la serie Ally McBeal, murió el viernes a los 66 años en Lakeville, al norte de su ciudad natal Nueva York, a consecuencia de una leucemia, según informaron medios estadounidenses.
Clayburgh se convirtió casi por casualidad en actriz de teatro cuando era estudiante, donde pronto mostró su talento. A finales de los años 60 trabajó con dos jóvenes a los que entonces apenas nadie conocía: Robert De Niro y Al Pacino.
La actriz obtuvo el éxito internacional en 1978 cuando fue nominada al Oscar por la película An Unmarried Woman (Una mujer descasada) en la que interpetraba a una mujer divorciada que debía retomar el control de su vida en solitario. Fue nominada por segunda vez al año siguiente por su papel en la comedia Comenzar de nuevo.
Después de un nuevo éxito en 1982 su carrera en el cine declinó debido a que no recibía ofertas adecuadas. Desde entonces Clayburgh ha aparecido en películas de bajo presupuesto, pero ha trabajado intensamente y con éxito en películas y mini-series para la televisión. También ha seguido actuando asiduamente en el teatro.
Clayburgh, que sufría leucemia desde hacía 20 años, tenía una hija, Lily Rabe (La sonrisa de Mona Lisa), también actriz y que el pasado verano trabajó en Nueva York en la obra de Shakespeare El mercader de Venecia, nada menos que con Al Pacino.