DONOSTIA. El centro Biokutxa, cuya primera piedra ha sido colocada hoy en Donostia, convertirá a Euskadi en un "referente internacional" en biomedicina en el año 2015, según ha asegurado hoy Gurutz Linazasoro, presidente de la Fundación Inbiomed, que fijará su sede en este nuevo edificio.
Junto a Linazasoro, también han asistido al acto de colocación de esta primera piedra Xabier Iturbe, presidente de la Kutxa, promotora del inmueble que estará concluido a finales de 2011; así como el diputado general de Guipúzcoa, Markel Olano, y la presidenta de las Juntas Generales, Rafaela Romero.
El nuevo centro, que tendrá una superficie de 2.800 metros cuadrados y costará 4,5 millones de euros, se levantará en el parque tecnológico de Miramón, al pie de las torres de Arbide con las que estará conectado y que formarán parte de este complejo.
El principal inquilino del edificio Biokutxa, diseñado en tres plantas por el arquitecto Joaquín Montero, será Inbiomed, una fundación privada sin ánimo de lucro que investiga, en el ámbito de la medicina regenerativa, tratamientos de pronta aplicación a pacientes con cáncer, parkinson e infartos de miocardio.
El inmueble estará dotado de los "equipamientos más vanguardistas" que permitirán trabajar en las mejores condiciones a un centenar de científicos, "permanentemente conectados con grupos de investigación locales y de toda Europa".
Durante el acto, Gurutz Linazasoro ha destacado la apuesta de su fundación por la "obtención de tejidos y órganos artificiales para ser trasplantados" que constituye "un desafío para la sociedad europea" al que Inbiomed pretende "dar respuesta" para convertirse en "un centro de referencia internacional en medicina regenerativa".
Linazasoro ha explicado que para hacer sostenible este proyecto será necesario dotar de valor al "conocimiento científico" que se genere en Biokutxa para contribuir "al desarrollo de un nuevo tejido empresarial con una gestión responsable y eficiente".
Ha desvelado que Inbiomed ya está desplegando dos nuevas líneas de trabajo, una dedicada a los virus y otra centrada en la investigación de una "plataforma de programación celular" que, según ha dicho, "ya nos instalan en el futuro" y constituyen "dos herramientas biomédicas de enorme potencial".
"Todo este esfuerzo -ha continuado- se realiza con la intención de establecer sinergias con los centros de nuestro entorno y crear cadenas de valor para que el parque tecnológico de Miramón, auténtico nudo gordiano de la investigación biomédica en Euskadi, sean un referente internacional a través de Inbiomed".
En este punto, ha agradecido el apoyo prestado por Kutxa, sin cuyo concurso su fundación no hubiera podido "desarrollar el primer ensayo clínico" con "piel ingenierizada" en niños con "epidermolisis bullosa" o "mal del niño-mariposa", cuyos resultados se conocerán en breve.
Ha desvelado además que el centro Biokutxa "será un elemento decisivo en el proceso de ordenación de la actividad biocientífica guipuzcoana y vasca", así como "parte activa en las futuras estrategias relativas a las políticas de investigación biomédicas".
Por su parte, el presidente de Kutxa, Xabier Iturbe, ha asegurado que Biokutxa será una infraestructura "clave" y "trascendental" para "el bienestar venidero de los guipuzcoanos".
Iturbe ha recordado que "el futuro y la capacidad de progreso de cualquier sociedad pasa necesariamente por su capacidad para innovar, por su potencial para investigar y por los recursos humanos y materiales que pone a disposición del desarrollo tecnológico".
"En este ámbito, Biokutxa es una gran oportunidad para hacer ciencia con mayúsculas en el ámbito de la medicina regenerativa, que es un área de desarrollo esencial en el campo de la biomedicina presente y futura", ha concluido.