La calidad del hierro y la potencia comercial de Euskal Herria

GALDAKAO. Uno de los rasgos en el que Euskal Herria ha sido beneficiada por la naturaleza, es en la existencia de abundantes y ricos yacimientos de distintos tipos de mineral de hierro con una baja concentración en azufre y fósforo. Los más comunes son la siderita, el hematites y la limonita, así como mezclas de ambos que se han conocido popularmente como vena, campanil y rubio.

Se supone que estos minerales, que se encontraban en superficie, serían los que se utilizaron en épocas pretéritas para obtener la "esponja de hierro". El mineral se fundía a una temperatura superior a 1.100 grados y, una vez separada la escoria y el mineral convertido en tocho, probablemente se trataba en otro horno menor o fragua para convertirlo en lingotes de alta calidad muy apreciados en todo el continente. Precisamente esa instalación complementaria, que los investigadores suponen que se situaría cercana al horno principal, es uno de los objetivos de las próximas excavaciones del equipo de Xabier Orue-Etxebarria y que desvelará, probablemente, importantísimos datos sobre el proceso productivo ferrón. Las escorias analizadas arrojan un alto contenido en hierro, entre el 59 y el 80%, probablemente por la limitación tecnológica de la época. De estas escorias se nutrieron las ferrerías hidráulicas que sucedieron a las haizeolak e incluso la siderurgia moderna.

Teniendo en cuenta la abundancia de mineralizaciones de hierro existentes en Euskal Herria y su calidad, el control de la metalurgia de este metal para fabricar utensilios para la agricultura y para la guerra, la gran abundancia de hornos de reducción de hierro, tanto prehidráulicos como hidráulicos y, si le añadimos el comercio marítimo con los centros más importantes de las Islas Canarias, Islas Británicas, Flandes, Bretaña, el Mediterráneo, la construcción de todo tipo de armas, la abundancia de astilleros, al menos desde el siglo XI, el control de la pesca y del comercio de la industria ballenera; la explotación de salinas, la gran riqueza en ganado vacuno y porcino y la importancia agrícola de Aquitania, los datos demuestran que son incorrectos los planteamientos acerca del aislamiento de estas tierras y de su falta de contacto con las distintas corrientes culturales ya que la relación con otros países ha sido una constante.

Se podría decir que, frente a la visión arcaizante que con frecuencia se ha transmitido, Euskal Herria ha sido un país rico y avanzado desde época inmemorial. Basta recordar la influencia económica, cultural y militar del Reino de Navarra en Europa, principalmente durante la Edad Media.